La Lesión Renal Aguda (LRA) es una pérdida repentina, temporal y a veces irreversible de la función renal. La buena noticia es que es prevenible, tratable y en la mayoría de los casos con pocas o ninguna consecuencia para la salud a largo plazo.
De hecho, cada año se diagnostican 13 millones 300 mil casos nuevos con esta enfermedad, sin embargo, representan 2 millones de muertes anuales en todo el mundo pues la falta de identificación y tratamientos tempranos en muchos países, tanto los que están en vías de desarrollo como los que están desarrollados, hace que los pacientes no reciban los cuidados esenciales antes de que sea demasiado tarde.
“Dado un mal tratamiento o tardía identificación esta enfermedad puede tener mayor tasa de mortalidad que el cáncer de mama, cáncer de próstata, la insuficiencia cardíaca y la diabetes juntos. En efecto, la mortalidad ajustada a un evento de LRA es de 23.9% en adultos y 13.8% en niños”- comentó Stefano Laganis, Director de Diagnóstico InVitro de Siemens Healthineers.
Por ello, la detección temprana puede ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad renal o insuficiencia renal. Por eso se motiva a la revisión constante y a estar alertas para identificar los síntomas de esta enfermedad, entre ellos: hemorragia urinaria, fiebre, debilidad, fatiga, diarrea, falta de apetito, dolor abdominal, dolor de espalda, calambres musculares, entre otros.
Bajo este contexto, se recomiendan actividades que se pueden hacer para llevar una vida saludable y preventiva frente a las enfermedades en el riñón:
- Manténgase hidratado: beber mucho líquido ayudará a que sus riñones funcionen correctamente. Su orina debe ser de color amarillo, si es más oscura, puede ser un signo de deshidratación.
- Coma saludable: una dieta equilibrada le garantizará la obtención de todas las vitaminas y minerales que su cuerpo necesita. Coma mucha fruta, verdura y cereales como pasta, pan y arroz integrales. No coma demasiados alimentos salados o grasos.
- Revise su presión arterial: la presión arterial alta no presenta síntomas, pero puede aumentar el riesgo de sufrir problemas renales y cardíacos.