En lo que va del año y con un nuevo procedimiento que logró la incautación de 529 cajetillas de cigarrillos en Calama, se llegó a la cifra de 1.408.590 cajetillas de cigarrillos decomisadas en Antofagasta, lo que hubiera generado una pérdida fiscal de $2.817.180.000 si se hubieran comercializado. Esta problemática social ha demostrado un incremento paulatino en la zona.
Según el último informe de Lucía Dammert “Contrabando de cigarrillos como forma de criminalidad organizada”, controlar el contrabando es de suma relevancia debido a su vinculación con otros mercados ilícitos a través del crimen organizado: como lo es el narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de armas, migrantes y otras mercancías que incluye también a las que son permitidas en la economía legal, como los cigarrillos.
Ya fue aprobado en mayo de este año el Proyecto de Ley que modifica la Ordenanza de Aduanas en materia de endurecer las sanciones al delito del contrabando de cigarrillos, que implica en el caso del delito por sobre las 25 UTM, la condena de multa entre 1 a 5 veces el valor de la mercancía, y la privación de libertad en sus grados medio a máximo (541 días a 5 años).