Una señal de tránsito, focos del alumbrado público, un casco de motocicleta, restos y tapas de neumáticos, además de diversas partes de vehículos de todo tipo; fueron parte de los desechos retirados desde una de las laderas de la subida a la población Coviefi de Antofagasta, específicamente aquella que da hacia el interior de la Casa Central de la Universidad Católica del Norte (UCN).
Estos escombros fueron recogidos en un operativo de limpieza realizado por estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de la UCN, quienes no se sorprendieron por lo que encontraron, debido a que han sido testigos de los habituales accidentes protagonizados por conductores que pierden el control de sus móviles al circular por ese tramo de la avenida Argentina y que terminan desbarrancándose hacia el campus universitario. El último de estos episodios se produjo a inicios de mayo de este año, cuando un vehículo que subía por la vía se precipitó hacia el sector del patio de Humanidades, afortunadamente sin víctimas fatales.
Al respecto, Camila Sandoval, jefa de Servicios Generales de la casa de estudios y directora de Recicla UCN, entidad que lideró el operativo de limpieza, manifestó que “esto es una mezcla entre generar un poco de educación ambiental en nuestros estudiantes, y también ayudar a los jóvenes, porque son dos cursos de Economía de Ingeniería Civil Industrial que aportan con la limpieza a los cerros en la UCN y de la playa Paraíso, haciendo una mezcla entre lo teórico y el trabajo en terreno, para que conozcan las condiciones ambientales”.
Agregó que en la jornada al interior de la universidad participaron más de 70 estudiantes, quienes lograron recolectar cerca de 100 kilos de desechos, entre los cuales también había gran cantidad de latas y botellas, cartones, alambradas (de los cierres perimetrales derribados durante los desbarrancamientos) y hasta un coche de bebé.
“Además, rescatamos cerca de 10 kilos de plástico, lo cual reciclaremos en la planta que tenemos en nuestra universidad. Lo demás se va a la basura, pero en el lugar que corresponde. Al final, es impresionante la cantidad de contaminación que uno va normalizando, pero cuando la quitas y la acumulas en un punto fijo, se hace evidente”.
EXPERIENCIA
Entre los jóvenes que participaron en la jornada de limpieza se encontraba José David, de 19 años, estudiante de Ingeniería Civil Industrial. “Me gusta participar de jornadas en las cuales pueda contribuir a tener una universidad más limpia. Este sector de la ladera da con el exterior, por lo que siempre está recibiendo basura desde fuera, pero participar y dejar la zona despejada es algo que conforta bastante”, opinó.
Por su parte, su compañera Antonia Gutiérrez, de 21 años, agregó que “todos los que estamos acá somos de la clase de Economía del ramo de Ingeniería Civil, y muchos vinimos porque nos interesa, somos voluntarios. Sorprende un poco la cantidad de restos de vehículos que están en la ladera, pero al menos ya retiramos bastante durante el operativo”.