Este fin de semana se conmemoraron 110 años del asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del imperio austrohúngaro que fue abatido a tiros en la ciudad serbia de Sarajevo el 28 de julio de 1914.
Este asesinato, perpetrado por el joven anarquista bosnio Gavrilio Princip (quien fue torturado hasta la muerte en una mazmorra tras el magnicidio) fue la chispa que desencadenó la I Guerra Mundial, entre 1914 a 1918.
¿Por qué la I Guerra? el entonces imperio austrohúngaro siempre tuvo ansias de subyugar a Serbia (país donde Francisco Fernando, el heredero, fue abatido), por lo cual su asesinato fue motivo de que austrohungía ingresara a Serbia para conocer los reales motivos del amgnicidio.
Serbia se impuso a esta medida, ante lo cual el imperio austrohúngaro atacó en agosto a dicho país. Este ataque desató la protesta y ataque de Rusia, protectora de los países eslavos. Ante esto, el entonces Imperio Alemán, aliado de austria hungría, amenazó a Rusia con la guerra. Rusia fue a la guerra, lo que desencadenó que Inglaterra y Francia, a la vez, se plegaran contra el imperio Alemán, que para 1914 hacía temer a occidente por sus ambiciones expansionistas.
Este hecatombe terminó con el armisticio de Versalles, donde los aliados impusieron duras penas al rematado Imperio Alemán (el cual se desintegraría tras esta guerra), y dio la semilla del resentimiento para que, 25 años después, alemania lanzara un nuevo ataque a Europa, esta vez bajo férula de Hitler, veterano de la I Guerra Mundial.