La lápida de Santiago Pizarro, esposo de Irene Morales, una de las figuras femeninas más destacada durante la Guerra del Pacífico al participar en las campañas en calidad de cantinera, fue declarado como monumento histórico por parte del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
Según destacó el mismo CMN “La lápida, ubicada en el Cementerio General de Antofagasta, constituye un testimonio invaluable que otorga certeza histórica a la vida y obra de Morales, quien se destacó como una de las mujeres más reconocidas en el conflicto bélico”.
Recordemos que Santiago Pizarro fue fusilado en 1878 por autoridades bolivianas en Antofagasta tras acusársele de asesinar a un ciudadano boliviano en medio de una reyerta. Tras la ejecución, Irene Morales mandó a grabar esta lápida para su sepulcro, y en ella juró venganza contra los ejecutores de su marido.
Esta oportunidad de vendetta vendría en 1879, cuando tras el inicio de la Guerra del Pacífico, Morales se uniría al Ejército de Chile como cantinera, llegando a participar como soldado en las batallas de Dolores y la toma del Morro de Arica.
La solicitud de declaratoria fue presentada en 2019 por Rodrigo Castillo Cameron y Ana Olivares Cepeda, presidente y vicepresidenta de la Agrupación Los Viejos Estandartes de Antofagasta. Esta última, ataviada con un uniforme inspirado en los de las cantineras, defendió la importancia histórica de la losa. Olivares expresó su emoción por la decisión del CMN:
“Estamos agradecidos por la decisión del Consejo de Monumentos, y muy emocionados, porque este es un hito para nosotros, como agrupación que es de región. Esta es, como la llamamos, una historia de amor y una historia de guerra: sin Santiago, no habría habido la cantinera Irene Morales, pues no se hubiese ido a la guerra. Y sin Irene, que llevaba su fotografía post mortem entre sus ropas, Santiago habría pasado al olvido. Así de entrelazadas están sus historias”.
Originalmente instalada en el Patio 7 del Cementerio de Antofagasta en 1878, la lápida fue llevada por Morales desde Valparaíso, lo que representó un esfuerzo excepcional para la época. En 2020, fue trasladada al Mausoleo de la Sociedad de Veteranos del 79 para su resguardo tras un accidente que amenazó con deteriorarla.