El Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Licancabur anunció la puesta en marcha de un completo sistema de seguridad escolar que incorpora tecnología de última generación para reforzar la protección de las comunidades educativas del territorio con una inversión total de $171.029.451.
La iniciativa, gestionada por servicios generales, contempla la instalación de cámaras domo, que permiten vigilancia en 360°, y cámaras bullet, pensadas para cubrir mayores distancias en exteriores. Ambas se complementan mediante NVR, equipos que almacenan y gestionan las grabaciones de todas las cámaras, permitiendo monitoreo en tiempo real, análisis inteligente y registro audiovisual continuo.
Como complemento, se integraron sistemas de alarma con sensores de movimiento y apertura, además de sirenas interiores y exteriores. Estos equipos cuentan con respaldo 3G/4G, lo que permite asegurar alertas inmediatas y operación continua incluso ante cortes eléctricos o interrupciones de internet, reforzando así la detección temprana y la respuesta oportuna frente a emergencias.
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El 26 de septiembre comenzó a operar la nueva Central de Monitoreo del SLEP Licancabur, equipada con personal especializado en turnos rotativos que supervisa cámaras y alarmas de los establecimientos de María Elena, Ollagüe, San Pedro de Atacama y Tocopilla. Su funcionamiento permite mejorar la identificación de situaciones de riesgo, coordinar acciones con equipos directivos y, cuando corresponde, activar el contacto con Seguridad Ciudadana o Carabineros.
Paralelamente, gracias al convenio vigente entre el SLEP Licancabur y la Municipalidad de Calama, se mantiene operativa la central de monitoreo que supervisa los establecimientos de Calama. Esta colaboración interinstitucional ha permitido dar continuidad al trabajo preventivo, optimizar la vigilancia territorial y asegurar una gestión más rápida y coordinada ante alertas críticas. De esta manera, el territorio cuenta hoy con dos centrales de monitoreo: la gestionada en convenio con la Municipalidad de Calama y la nueva central propia del SLEP, ampliando la cobertura y fortaleciendo la protección en todas las comunas del Servicio.
Uno de los hitos más relevantes es que, por primera vez, se logró llevar tecnología de seguridad avanzada a las localidades más alejadas del territorio, como Ollagüe, una de las comunas más aisladas del país, y a las escuelas rurales de Atacama la Grande, entre ellas Talabre, Socaire, Peine, Río Grande, Solor y Camar. Esto marca un avance significativo en equidad territorial y en el acceso a condiciones de mayor protección para comunidades históricamente postergadas.
El director ejecutivo del SLEP Licancabur, José Martínez Chiguay, destacó el compromiso institucional con la seguridad escolar: “En el SLEP Licancabur estamos tomando acción. No esperamos que ocurran emergencias para reaccionar; estamos implementando medidas concretas, tecnología avanzada y un trabajo coordinado con las instituciones para resguardar a nuestras comunidades educativas. La seguridad de nuestros estudiantes y funcionarios es una prioridad y seguiremos avanzando con decisión en esta línea”.
La implementación de este sistema integral permite prevenir robos, accesos no autorizados y vandalismo; reducir los tiempos de reacción ante emergencias; generar evidencia audiovisual para procedimientos internos o policiales; homologar estándares de protección en todos los establecimientos; y brindar resguardo a escuelas rurales.


