Las autoridades municipales de Calama han activado un plan de emergencia y prevención ante el pronóstico de un frente climático complejo que afecta a la región, con especial énfasis en las fuertes ráfagas de viento que han alcanzado velocidades de entre 70 y 80 kilómetros por hora. La Municipalidad, en coordinación con Carabineros, Bomberos y otros organismos, ha implementado diversas acciones para resguardar a la comunidad y mitigar posibles riesgos.
Se ha dispuesto la entrega de nylon y apoyos de acción social para las familias afectadas, además de la habilitación de dos albergues en la ciudad —uno en Coquimbo 3075 y otro en Santa Rosa— con capacidad para al menos 20 personas, destinados a quienes requieran resguardo del frío y las condiciones climáticas extremas. La municipalidad también mantiene un monitoreo constante en las comunidades del Alto el Loa, reforzando los apoyos entregados en meses anteriores tras las precipitaciones en la precordillera.
En materia de infraestructura, se han entregado techumbres y se continúa con la distribución de materiales de construcción para reparar techos dañados, con el fin de prevenir filtraciones y otros daños en los hogares. Además, se ha activado un plan de atención a personas en situación de calle, con el objetivo de resguardar su integridad durante las jornadas de mal tiempo.
Las autoridades han recomendado a la comunidad extremar las precauciones, especialmente en zonas de Alto el Loa, donde los vientos pueden generar riesgos adicionales. Se ha dispuesto una escuadrilla de poda para atender posibles caídas de árboles y se mantiene un monitoreo constante en las rutas principales y en los poblados del interior, con especial atención a la visibilidad y las condiciones del tránsito.
Por su parte, los servicios de emergencia, como Bomberos y Carabineros, están en alerta máxima, preparados para responder ante cualquier eventualidad, incluyendo incendios, caídas de árboles, accidentes vehiculares y cortes de energía eléctrica. Se ha reforzado la vigilancia en los sectores vulnerables y se mantiene una comunicación permanente con las comunidades a través de teléfonos satelitales y otros mecanismos oficiales.