“Esto no se va a eliminar. Se puede controlar, pero eliminar no”, dice Ramón Ramírez reflejando la realidad que vive junto a sus colegas agricultores de El Loa. Ellos saben que la maleza estará presente en sus predios y deben hacerle frente cada temporada aplicando las técnicas que durante los últimos tres años les transfirió INIA Rayentué en distintos talleres.
Uno de los objetivos principales que se trazó el “Programa de extensión, con enfoque territorial, para el manejo y control de la Maleza Mostaza Negra” fue capacitar a los productores loínos para que adoptaran como una práctica habitual los diferentes métodos y técnicas eficaces en el control de la maleza en el futuro.
“En distintos talleres los productores aprendieron cómo se reconoce la maleza, sus características y cuáles son las mejores técnicas para su control. Además, les entregamos planes de manejo personalizados para los cultivos que trabajan y los acompañamos para que aprendieran a mejorar sus terrenos con técnicas agroecológicas”, comentó Bárbara Vega, directora del programa.
Agricultores y profesionales extensionistas, aprendieron diversas técnicas e incluso recibieron información valiosa como los datos que entregó el estudio de suelo y de agua, además de los ensayos técnicos desarrollados por los profesionales del Instituto.
Luego de tres años los productores valoran los conocimientos incorporados y dicen estar preparados para mantener controlada la maleza en sus terrenos.
“Ya estamos claros que vamos a seguir con la Mostaza Negra, pero ya la estamos controlando y se puede sacar una mejor producción”, comentó José Alcayaga, que en parte de su terreno además implementó el Triticale, cultivo de cobertera que permite ocupar terreno durante los meses más fríos del año y así impedir el crecimiento de la maleza. Además, el Triticale es un excelente alimento para los animales.
Una opinión similar tiene Gregorio Ayavire, quien controló la maleza en varios focos de su parcela en Chiu Chiu. “Yo me encuentro capacitado para seguir combatiendo, porque ya he aprendido gracias a que ellos (INIA) nos han enseñado” explicó Gregorio Ayavire, agricultor de Chiu Chiu.
Por otra parte Isaac Mamani, productor de Calama, cuantificó así sus resultados: “La logré controlar. Tenía dentro de mi predio un 20% y ahora ya debe quedar un 5%. Se logró controlar”.
Terrenos recuperados
Hace tres años atrás había terrenos que incluso estaban dados por perdidos. Ahí el programa realizó una labor de intervención agresiva que tuvo como actores principales a la empresa de operarios que contrató INIA Rayentué y quienes se encargaron de limpiar terrenos que estaban prácticamente perdidos, donde la maleza había crecido sin control.
“Gracias a INIA he tenido mejor cosecha, menos trabajo, me han apoyado bastante. Pensamos que ya no iban a recuperarse los terrenos, porque estaba lleno, muy lleno, parejo de pura maleza y semillando más encima”, cuenta la señora Blanca Fernández del sector Cerro Negro quien en la última temporada volvió a tener maíz y sembró alfalfa también.
Un trabajo arduo, que fue posible gracias a la confianza depositada por el Gobierno Regional de Antofagasta y el Consejo Regional, en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) para investigar y extender el conocimiento a la agricultura loína fuertemente afectada por este enemigo silencioso.