Cuando restan solo días para el retorno presencial la escuela D-37 República de Bolivia sufrió un nuevo ataque de la delincuencia. Solo que está vez las alarmas del recinto permitieron disuadir a seis ladrones que habían ingresado al recinto educativo durante la madrugada con sopletes y un caimán, logrando forzar la puerta de la sala de profesores.
Las funcionarias de la escuela se percataron del incidente cuando ingresaron a su jornada laboral y vieron la sala de profesores abierta. Fue entonces que dieron la alerta a Carabineros, quienes llegaron al lugar para constatar los hechos, mediante el sistema de cámaras que permitió determinar que entre las 4:15 y 4:20 de la madrugada ingresaron a dicha sala los delincuentes.
Jacqueline Opazo, paradocente administrativa de la escuela D-37, indicó que en la mañana tenían mucho miedo por lo sucedido y que luego “verificamos por todo el colegio que no hubieran estado abriendo otras salas o el comedor, o la sala de dirección. Solamente fue la sala de profesores la que abrieron y no alcanzaron a robarse los computadores que estaban ahí. Solamente forzaron un mueble donde se guarda material como hojas de oficio, lápices, gomas y esas cosas”.
La paradocente cree que esto se debe a que funcionaron las alarmas: “Verificamos por las cámaras que tenemos en la oficina de inspectoría que fueron seis sujetos los que entraron y claro, cuando ellos sacaron la puerta de la sala de profesores, ingresaron, pero ahí hay un sensor, por lo tanto, se activó la alarma. Y la alarma empieza a sonar y ellos salen corriendo. No alcanzan a robar”.
Por esta razón es que dejaron en el piso un soplete y un encendedor; y al otro lado de la escuela el caimán, dado que cuando sonó la alarma el grupo se había separado en grupos de tres ladrones. De hecho, a uno de ellos se le quedó, además, una zapatilla cerca de un portón por el que, presuntamente, escaparon.
“Me imagino que eso lo dejaron, porque como tuvieron que salir arrancando y la alarma sonaba, no había posibilidades de que se devolvieran a buscar las cosas”, consideró la paradocente mirando las cámaras de seguridad.
La Corporación Municipal de Desarrollo Social, que administra las escuelas municipales de la comuna, se comprometió a trabajar en reparaciones por los daños causados. “Necesitamos reparar el portón por donde ellos tuvieron más fácil acceso, porque tenemos otros portones y otras puertas, pero las tenemos más aseguradas. Pero ese portón de calle Sotomayor necesita reforzarse”, agregó la paradocente.
Es importante mencionar que este es el quinto robo que se ha producido durante el verano en un recinto educativo que administra COmdes. Primero fue en la escuela diferencial F-33 El Loa, luego en los establecimientos Emilio Sotomayor, Claudio Arrau y Kamac Mayu. Por lo que Comdes este año planea reforzar el sistema de seguridad en estos lugares.
Tras realizar la denuncia a Carabineros, Jacqueline Opazo, dijo que “ahora nos vamos a enfocar en ver la mejor la manera que podamos asegurar el colegio, porque ahora vamos a empezar las clases presenciales con los niños y sería terrible que entraran a robarnos y nos dejaran sin los materiales y las cosas que tenemos para trabajar”.