Hoy se cumple un año desde que Alexander Acha, joven albañil de 37 años que vivía con su madre en la localidad de Chiu Chiu, desapareciera sin dejar rastros. La última vez que fue avistado fue la tarde del martes 23 de julio de 2024 en un pub de Calama, en calle Antofagasta.
Más tarde aquel día, se dirigió con un grupo de personas en vehículo hasta una vivienda en Chiu Chiu. De ahí nunca más apareció. Quienes acompañaron a Alexander hasta el inmueble hoy son objetos de investigación por parte de la Fiscalía.
Pese a que Acha era el mayor de tres hermanos, era el único que se encontraba viviendo con su madre de 65 años, ya que su hermano menor se encontraba realizando su servicio militar, y su hermana de al medio vive con su pareja e hijos en Calama.
Es precisamente esta última, Lilian Acha, quien expresa que tras un año de angustiante espera “mi hermano era el mayor. Era soltero y no tenía hijos, por lo que tomó el papel de jefe del hogar, y se preocupaba mucho por mi madre y por nosotros sus hermanos. Siempre estaba muy pendiente de nuestras necesidades, y dejó un gran vacío tras su desaparición”.
Búsqueda implacable
Hasta el pasado domingo, su familia (madre y hermanos) aprovechaban sus encuentros en Chiu Chiu para buscar en los alrededores del poblado y dar con alguna pista. Inclusive en octubre de 2024, al cumplirse tres meses de la desaparición, su madre Norma destacó a nivel nacional cuando, una noticia publicada por este medio, dio a conocer que frecuentemente salía al desierto a excavar para hallar algo de su hijo.
“Mi madre ha sido la más afectada, porque ella vivía el día a día con mi hermano. Yo vivo con mi familia en Calama, pero mi mamá pasaba el día a día con su hijo. Él trabajaba durante el día y llegaba en la noche, donde mi mamá le esperaba con la cena. El siempre estuvo muy pendiente de la salud de mi madre, le compraba insumos, le recogía la leña. Eran ellos dos nomás”, cuenta su hermana Lilian.
Investigación
El pasado domingo 20 de julio, el cuerpo de un varón adulto fue hallado en el embalse de Conchi, distante a 65 kilómetros al noreste de Calama. Pese a que los restos aún son periciados para comprobar su identidad, su familia alberga la esperanza que pueda tratarse del esperado hijo y hermano.
“Del servicio médico legal (SML) nos dijeron que se comunicarían con nosotros este viernes si es que el cuerpo corresponde al de mi hermano, pero aquello podría incluso demorar hasta un mes. Queremos hacer un velorio como corresponde con nuestros familiares y amigos si es que se trata de Alexander”, dice Lilian.
Hasta el cierre de esta edición, los restos continuaban siendo periciado por el SML. Mientras tanto, Lilian y su madre Norma continúan esperando a Alexander, el joven albañil que, a todas luces, nunca tuvo ni expresó motivos para abandonar a sus seres queridos.
