Tal vez sean en estos momentos donde la salud chilena (y mundial) está requiriendo el esfuerzo de todo su personal ambientado en esta profesión, inclusive de aquellos que recién se están haciendo sus armas en este oficia.
En esa línea, Felipe Contreras (31 años) está cumpliendo con su internado de enfermería en el Hospital de Tocopilla, aunque él cuenta con residencia y familia en Antofagasta. El es estudiante de la Universidad Pedro de Valdivia y ha sido testigo en primera persona del comportamiento del COVID-19 en la población, al igual que otros de sus compañeros.
Para Contreras ha sido un desafío gigante realizar su internado intrahospitalario en la unidad de Urgencias de dicho recinto de salud de la vecina comuna. Si bien posee estudios de paramédico, insiste que ahora con su nueva faceta ha tenido que hacerse cargo de acciones de bastante responsabilidad, como por ejemplo la toma de PCR.
“La verdad que hay que estar atento a todo, considerando que en Tocopilla igual nos hemos topado con el peak nuevamente de este virus. Casi hemos cuadriplicado la cantidad de hisopados (procedimiento de toma nasal para el examen PCR). Ha sido bien difícil recibir la gran cantidad que ha llegado al recinto”, explicó el estudiante de la UPV que lleva seis semanas cumpliendo funciones en el lugar.
Fuertes experiencias
Una de las situaciones complejas para Contreras durante este periodo, tiene relación al hecho de observar y tratar a paciente entubados. Ha estado presente al menos en cinco de estos procedimientos.
“No voy a mentir, es verdad que uno aprende y saca mucha información de estos procedimientos, pero no es algo que me gustaría repetir de forma diaria”, dijo.
También agregó que “siento que la universidad me ha preparado bien y lo he notado ahora, llegando con la mano bien suelta al internado. Si bien lo que se aprende allí es muy importante, por lo menos yo siempre estoy haciendo cursos y actividades varias, para seguir perfeccionándome”.
Frente a su actuar y labor en el Hospital de Tocopilla, Contreras confesó que sus paredes y médicos lo han evaluado positivamente, hasta el punto de ofrecerle una oportunidad laboral. Sin embargo rechazó aquello, principalmente por tener a su familia viviendo en la capital regional.
“La verdad tocando el tema familia, para mí es lo más importante. Con mi pareja que es paramédico, siempre estamos dando consejos para el cuidado ante este virus, incluso a mis padres siempre los estoy llamando. Por ejemplo, hace poco nos llegó un caso en el que a él tuvimos que enviarlo a entubar a Antofagasta, que además fue a visitar a su padre con obesidad y enfermedad crónica, por lo que el llamado es que el Gobierno ya la gente tome las medidas óptimas”, dijo.