Tres lingotes de oro y 169 anillos del mismo material valorados en más de $279 millones (USD 353 mil) incautaron fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en la avanzada de Quillagua, en el límite de las regiones de Tarapacá y Antofagasta (norte). El contrabando era transportado por un ciudadano boliviano al interior de un automóvil desde Iquique a Calama.
El Director Regional de la Aduana de Iquique, Cristian Molina Silva, señaló que durante la inspección a un automóvil, se detectó que en el asiento trasero había 3 barras de oro escondidas y cuyo peso total fue de 6 kilos 640 gramos.
Adicionalmente, se halló en la chaqueta del conductor una bolsa con 169 anillos de oro de distintos tamaños.
Al ser entrevistado, el conductor indicó que las barras de oro se las entregó su hermana en Cochabamba, Bolivia, y fueron ingresadas en forma clandestina a Chile por el paso no habilitado de Pisiga Choque. En Iquique las mezcló con cobre que obtuvo de recortes de su trabajo con cables de alta tensión y su objetivo era llevar todo el material hasta Calama.
Molina Silva explicó que los hechos configuran el delito de contrabando debido a que se trata de una mercancía extranjera sin documentación y que estaba oculta, por lo tanto, se pretendía burlar el control aduanero y evadir impuestos.
El valor aduanero de los tres lingotes de oro se calculó en $265 millones 600 mil y su evasión en $111.658.230, mientras que el valor aduanero de los aros llegó a $14.339.996 pesos con una evasión estimada de $6.488.772.
Finalmente, Molina Silva agregó que “este tipo de contrabando demuestra la variedad de ilícitos y formas de ocultamiento que deben enfrentar nuestros fiscalizadores, quienes en base a análisis de riesgos logran un alto grado de aciertos en favor del debido resguardo del interés fiscal y la seguridad de la comunidad”.