Cuando el reloj marcaba las 00:50 horas de este sábado, el teatro Teletón se concentró en escuchar la historia de la calameña Fernanda Cepeda, apodada por su padre como “milagrito”, quien superó un impacto de bala gracias al tratamiento recibido en la institución.
“El día 28 de marzo de 2015, me habían pedido permiso para ir a un cumpleaños” comenzó contando Marco Cepeda, padre de Fernanda. Seguido por Rocío, hermana mayor de la joven, “de mentira dijimos que íbamos donde una amiga y al final nos fuimos a otro lado”.
“Ese día estábamos en un carrete en una casa, donde se armó una pelea afuera y empezamos a sentir balazos. Cuando pasó, me levanté y vi a la Fernanda tirada”, continuó Rocío.
Ahí fue cuando cambió la vida para esta familia. Fernanda fue trasladada a Antofagasta de emergencia y posteriormente a Santiago.
Susana Escalada, madre de Fernanda, siguió relatando, “en Santiago me dijeron que el riesgo vital ya no estaba, pero que iba a quedar en estado vegetal”.
Tratamiento Teletón
“Cuando Fernanda llegó a Teletón, entró con la pierna muy mal caminando. No entendía palabras, no sabía leer. O sea, con suerte se sabía su nombre”, recordó Susana.
Sin embargo, con el tratamiento que el instituto ofrece pudo comenzar a reaccionar a ciertos estímulos.
“Una de las características que yo creo que es súper loable en la Fernanda es que ella, a pesar de todo lo que le ha tocado vivir, no se siente menos que nadie. Ella siente que es capaz de hacer todo lo que hacía antes”, dice Giovanna Mardones, kinesióloga de Fernanda.
Ante esto, su padre, decidió apodarla como “milagrito”, ya que comenzó un proceso de recuperación inesperado. “Cada avance que hacía Fernanda, de abrir su mano, de caminar, de que volvió a escribir, a leer, a manejar su celular, de que volvió a llamarme nuevamente por teléfono y de nuevo escuchar a mi hija, para mi fue lo mejor”, reflexionó emocionado.
Finalmente, Fernanda Cepeda, se mostró agradecida “porque estoy caminando y estoy hablando. Antes no sabía nada. Sin la Teletón…que pasaría de mí, postrada en la cama. Un disparo en la cabeza igual es duro, pero aquí estoy, luchando ahora”.
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