Fue a eso de un cuarto para las nueve, cuando un temblor de magnitud 5.5, se percibió en Calama y en la zona norte del país. En este contexto, el Centro Sismológico Nacional lo reportó a 36 kilómetros al noreste de Calama.
Según explicó el sismólogo Sergio León Ríos, investigador del Advanced Mining Technology Center (AMTC) de la Universidad de Chile, el evento se originó en una zona conocida por su constante actividad sísmica. “Este sismo se percibió muy cerca y con una profundidad de 114 kilómetros. Viendo la distribución de sismicidad de base que se conoce, vemos que este temblor ocurre en esa misma zona”, señaló.
Leon aseveró que este tipo de sismos es parte de la normalidad geológica de la región de Antofagasta y, en particular, de Calama, ya que “están muy acostumbradas a sismos de alrededor de 100 a 120 kilómetros de profundidad, parte de la subducción que ocurre por el contacto entre la placa de Nazca y la placa Sudamericana”.
Respecto a la percepción del movimiento, León detalló que el temblor ocurrió al interior de la placa de Nazca, en una zona donde es habitual que se registren sismos, pues,” está muy directo, casi debajo de Calama, por lo que es esperable que la sensación haya sido fuerte, especialmente por la llegada de ondas S, que generan oscilaciones más intensas. Incluso es probable que algunas personas hayan identificado dos momentos del temblor, asociando la onda P y la onda S”.

Finalmente, el sismólogo reiteró el llamado a mantener la preparación y conciencia sobre el entorno sísmico en el que vivimos: “es un recordatorio, como casi siempre digo, de que la tierra se mueve, de que hay que estar preparado. Vivimos en un país sísmico, sobre todo en la zona norte, en la región de Antofagasta, que siempre se está moviendo”.