Fue la madrugada del domingo 30 de julio de 1995, en que el norte de Chile, específicamente sus comunas costeras, se sacudieron ante un violento terremoto de escala 8,1 de magnitud, siendo la ciudad de Antofagasta una de las mayores perjudicadas.
Según publicó hoy el diario La Estrella de Antofagasta, este terremoto es considerado como uno de los más devastadores que ha tenido la ciudad durante el siglo XX, ya que aparte de dejar tres personas fallecidas (todas de Antofagasta), dejó un gran daño material en la comuna.
Adversas postales de este hecho fueron, por ejemplo, grandes daños estructurales en la dársena del Puerto de Antofagasta, resquebrajamientos en los complejos habitacionales del Curvo y Caliche, y la emblemática postal de la virgen que corona la cúpula de la basílica Corazón de María semi inclinada.
Consecuencias
Según bases del Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto ocurrió a las 01:11 AM del domingo 30 de julio y su epicentro se localizó a 36 km al noreste de Antofagasta, y su hipocentro, a unos 45,6 km de profundidad.
Tal como ocurrió con el reloj de la corbeta Esmeralda que se paralizó a las 12:10, hora del hundimiento del buque, el reloj de la Plaza Colón de Antofagasta se detuvo a las 01:15 horas de aquella noche.
Un corte masivo de luz se dio durante el terremoto, lo que hizo cundir el pánico entre los habitantes.
El vecino Dagoberto Carvajal de 75 años murió producto de un infarto al corazón; el ya mencionado Alex Manosalva, de 18 años murió producto de la fuerte caída en una excursión en La Chimba, y Juan Olgúín Cortés, de 32 años murió aplastado mientras dormía por el derrumbe de su dormitorio. Ellos fueron las víctimas fatales aquella madrugada.
El jefe de Estado de aquel entonces, Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle visitó la comuna, visitando a los damnificados, el hospital regional y las obras dañadas del puerto de Antofagasta. “Si tuviésemos que hacer una evaluación global. el daño más grande es aquí en el puerto”, dijo la máxima autoridad en ese entonces.