Sergio León Ríos, sismólogo e investigador AMTC de la Universidad de Chile, nos explicó sobre este primer temblor significativo del año, el cual se registró a 50 km de distancia de Quillagua , y que contó con una magnitud de 6.1. Este sismo es característico de la región de Antofagasta y se produjo al interior de la placa de Nazca, a una profundidad de entre 90 y 95 km.
En esta arista, León Ríos describió este fenómeno como un sismo “intra placa”, lo que significa que ocurre dentro de la placa tectónica y a una mayor profundidad. Esto provoca que las ondas sísmicas se transmitan de manera más directa hacia las ciudades cercanas, lo que hace que la percepción del temblor sea más intensa.
El sismólogo también mencionó que es probable que algunos testigos reporten haber sentido dos temblores, ya que primero se percibe la onda P (la primera en llegar) y, tras un breve intervalo, llega la onda S, que es la que provoca un movimiento más fuerte.
Este tipo de actividad sísmica es común en la región debido al proceso de subducción que forma la cordillera de los Andes y genera volcanes. Sin embargo, también trae consigo recordatorios sobre la necesidad de estar alertas en un país con alta actividad sísmica.