Uno de cada seis nortinos exhibieron probable presencia o sospecha de problemas de salud mental durante abril de 2024. Esto, de acuerdo con los resultados de la novena ronda del “Termómetro de la Salud Mental Achs-UC”, donde un 17,6% de los encuestados evidenció ese tipo de sintomatología. La cifra es cinco puntos porcentuales más alta que la ronda anterior, de diciembre de 2023, y tuvo en alza tanto en mujeres (de 16,5% a 18,7%) como en hombres, quienes presentaron el aumento más relevante: de un 8,5% en diciembre, a 16,5% en abril.
La situación exhibida en las regiones del norte del país contrasta con lo visto en otras zonas del país, donde los problemas de salud mental se mantuvieron prácticamente iguales (centro) o hubo una baja (sur). Antonia Errázuriz, académica de la Escuela de Medicina UC destaca que “De ahí la importancia de analizar los datos a través de macrozonas. A nivel nacional, la prevalencia de problemas de salud mental aparece estable, o incluso a la baja con respecto a fines del 2023. Sin embargo, en el norte se observa un alza de ellos, específicamente en hombres, en quienes se duplica la prevalencia.”.
El estudio también arrojó que el 71,4% de quienes fueron detectados con sospecha o presencia de problemas de salud mental no sintieron necesidad de consultar a un especialista, lo que se traduce a un número cercano a 150 mil personas. La cifra llega a 75,6% en los encuestados que presentaron síntomas de depresión, equivalente a unas 172 mil personas, y a un 81,1% en aquellos que evidenciaron sintomatología ansiosa, que corresponde a más de 190 mil personas.
Daniela Campos, Jefa Técnica de Riesgos Psicosociales de Achs Seguro Laboral dice que “en las últimas rondas hemos visto la alta cantidad de personas que aun teniendo síntomas, no han consultado con un experto. En la zona norte incluso hubo un aumento en ese sentido. Esto nos indica que todavía queda trabajo por seguir concientizando sobre la importancia y los beneficios de tratar este tipo de problemas, que las mismas personas que consultan valoran mucho”.
En efecto, el estudio reveló que el 89% de los norteños indicaron que el tratamiento había hecho que mejorara su situación respecto del problema específico que les llevó a consultar, y el 79,5% dijo sentirse “bastante”, “muy” o “completamente” satisfecho con su profesional tratante. En cuanto al cambio emocional, el 60% dijo estar muy o bastante mal antes del tratamiento, cifra que disminuyó en 54 puntos luego de acceder a una terapia.
David Bravo, Director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales indicó que “este generalizado mejoramiento producto del tratamiento en salud mental es un claro indicador del impacto que este puede tener en la calidad de vida de las personas. Del mismo modo, permite sugerir la importancia de una política pública de salud preventiva en materia de salud mental que pueda tener como beneficiarias a las 150 mil personas de la zona norte que no han reconocido la necesidad de consultar a un especialista del área”.
Otros indicadores
Además de lo observado en presencia o sospecha de problemas de salud mental, las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo también vieron una leve incremento en otros factores medidos, como la soledad (que llegó a un 18,5%), depresión (13%), insomnio (11,8%) y consumo de riesgo de alcohol (9,2%).
Donde se vieron mejoras fue en la prevalencia de síntomas de ansiedad, que bajó de un 33% diciembre de 2023 a un 26,3% en abril de este año. El dato fue impulsado por lo evidenciado en mujeres, que tuvieron una baja importante de 17 puntos porcentuales (de 40,7% a 23,1%). Los hombres en cambio subieron seis puntos (de 24,2% a 30,9%).
El crimen organizado y el cambio climático surgen como causas de estrés
Esta nueva versión del Termómetro de la Salud Mental incorporó dos nuevos potenciales estresores que podrían preocupar a la población, y que fueron reconocidos por más de un tercio de los participantes: el crimen organizado y el cambio climático.
En la zona norte, el primer lugar lo sigue ocupando el temor a ser víctima de la delincuencia con un 60,6%, nueve puntos más abajo de su peak en el año 2022. En segundo lugar apareció el crimen organizado, que fue una causa de estrés para el 52% de las personas.
Las proyecciones económicas también continuaron su disminución, de su cifra más alta (64,7%) en mayo de 2022, ha caído a un 35,4%. En cuarto lugar apareció el cambio climático, que fue señalado como estresor por el 34,7% de los encuestados. Levemente más abajo se ubicaron los cambios socio-políticos del país, con un 34,3%. Por último, la pérdida de empleo fue catalogada como una variable de estrés por el 16,4% de las personas y el contagio de Covid-19 por el 8,9%.