Con un recorrido por los puestos de venta del terminal pesquero de Antofagasta, se dio inicio al programa de fiscalización por el inicio de la veda del pulpo del norte, que comienza hoy domingo 1 de noviembre y se extiende hasta el 28 de febrero del próximo año. En la actividad participaron el Seremi de Economía Ronie Navarrete, el director de Sernapesca Antofagasta, René Salinas, además de fiscalizadores del Servicio y de la Autoridad Marítima.
El pulpo es uno de los platos predilectos de la gastronomía chilena, y un importante producto de exportación, que además es la fuente de trabajo de muchos pescadores artesanales de la región de Antofagasta. De ahí la importancia de proteger y asegurar su sustentabilidad, con medidas de administración como la veda y la talla mínima de un kilogramo.
Así lo explicó el Seremi de Economía de Antofagasta, Ronie Navarrete, quien subrayó que “se trata de un producto muy cotizado tanto a nivel nacional como internacional. Queremos invitar a la población a que no consuma pulpo durante este tiempo y respete así el proceso de reproducción de éste, y también a denunciar cualquier acto ilegal que afecte este recurso tan importante para nosotros”.
El director de Sernapesca, René Salinas, indicó por su parte que está prohibida la extracción, comercialización, almacenamiento, procesamiento y transporte de este producto durante los cuatro meses que dura la veda, en tanto que los locatarios tienen un período de gracia de cinco días (es decir hasta el 5 de noviembre) para vender el stock de pulpo que hayan adquirido antes del inicio de la veda.
Asimismo, Salinas informó que, en el marco de la actividad de hoy, se tomó contacto con la administración del terminal pesquero, “con el fin de generar un vínculo que facilite la entrega de información sobre períodos de vedas y otras medidas de administración orientadas a asegurar la sustentabilidad de los recursos”.
Desde el año 2000, el pulpo del norte está protegido por dos vedas biológicas: una corta entre el 1 de junio y el 31 de julio, y la más larga entre el 01 de noviembre y el 28 de febrero, con el objetivo de proteger tanto el proceso reproductivo como el desarrollo (tamaño y peso) del recurso.