Cuando llega un perrito a nuestras vidas lo hacemos parte de ella, compartimos momentos, alegrías, anécdotas, enojos, enseñanzas, viajes y un sinfín de experiencias donde hemos creado fuertes lazos y vínculos que nos unen de manera especial a nuestra mascota. Pero llega un día que, sin querer, lo miramos y ya no es más el mismo, ha envejecido e iniciamos una nueva etapa juntos.
Se considera que un perro es maduro cuando llega a la mitad de su esperanza de vida, y que es “mayor” cuando ha vivido tres cuartas partes de su recorrido.
Los perros envejecen de formas y a ritmos diferentes según su tamaño. Las razas pequeñas tienen una esperanza de vida más larga, por lo que envejecen más lentamente que los perros de tamaño más grande. Así lo confirma la especialista y veterinaria de Gabrica (@somosgabricacl), Ana Monardes: “En un perro de raza grande o gigante, la aparición de signos de envejecimiento es aproximadamente a los 5 o 6 años de vida. Los de tallas medianas entre los 6 o 7 años dependiendo de la raza, y los de tallas pequeñas, pasan a ser animales senior a los 7 años. Esto será siempre y cuando esté acompañado de la calidad de vida que le dé el padre de mascota”.
El envejecimiento es un proceso natural y complejo que afecta a la capacidad de mantenimiento de los procesos metabólicos por parte del organismo. El envejecimiento de los perros es un proceso gradual que puede pasar inadvertido para los dueños. Pero hay señales que podemos identificar observando lo siguiente:
1- Si baja la actividad de nuestra mascota, por ejemplo, le cuesta más subirse a los sillones y comienzan con problemas articulares. Les falta movilidad, les cuesta desplazarse y andan más lentos.
2- Cambio de color en el pelaje y aparición de verrugas.
3- Pueden presentar cataratas en los ojos. Se puede ver cambio de coloración producto de estas.
4- Patologías cognitivas, por ejemplo, cuando suelen olvidarse de cosas que hacen habitualmente.
5- Sordera.
6- En algunas ocasiones presentan incontinencia.
7- Se cansan más rápido.
8- Duermen más tiempo.
9- Aparición de enfermedad periodontal. La acumulación de placa provoca inflamación e infecciones en las encías.
10- Cambios de peso. Por la baja energía se vuelven más sedentarios y pueden subir de peso. También pueden bajar de peso, ya que por la pérdida del olfato ingieren menos comida. Además, por la misma vejez pierden masa muscular.
11- Pueden ponerse más huraños.
12- A veces se vuelven más dependientes del padre de mascota.
Cabe destacar, que hay factores comunes en el proceso de envejecimiento entre gatos y perros. En ambas especies se puede identificar la mayoría de los factores mencionados anteriormente, exceptuando las cataratas y los papilomas en la piel. Estos últimos se ven más frecuentemente en caninos.
Es fundamental para la salud de nuestra mascota que el perro siga estando activo a medida que avanza en edad. Si el animal disminuye su movilidad, está menos atento o demasiado tranquilo, el veterinario debería examinarlo. Es muy importante no confundir los efectos inevitables del envejecimiento con una discapacidad debida a un deterioro orgánico.
En la etapa de envejecimiento, la veterinaria Ana Monardes de Gabrica recomienda, “cambiar a una alimentación adecuada para su edad, etiquetada para animales senior, ya que estará suplementada con las necesidades para la edad del paciente. También hay que tener cuidado con no subir escaleras para cuidar sus articulaciones, debido a que por el paso del tiempo se encontraran con un desgaste normal. Es aconsejable no cambiar de lugar los muebles y pertenencias de las mascotas, ya que puede haber problemas cognitivos y producir confusión. Como dato, sugiero la utilización de rampas para subirse a las camas y/o sillones. También, es muy importante, desde que pasan a ser animales senior, darles condroprotectores (suplementos o medicamentos) para su protección articular. Finalmente, realizar chequeos anuales como exámenes de sangre, ecografías, placas radiográficas para ir controlando su buen estado de salud o en el peor de los casos diagnosticar una patología tempranamente y así tener un mejor pronóstico”.
A un perro senior no sólo hay que tratarlo con más cuidado y consentirlo, sino brindarle los cuidados necesarios para una mejor vejez y estar atento a las señales que pueden ir presentando, ya que la idea es prevenir o retrasar la aparición de enfermedades siempre que sea posible y, si aparecen, identificarlas lo antes que se pueda. Para más información ingresa a www.gabrica.c