Ester Araya tenía cinco años cuando, en 1960, vio arder un bello hotel de pino Oregón en la entonces oficina José Francisco Vergara, el último asentamiento salitrero de la región que funcionaba con el viejo método de extracción Shanks.
“Fue mi primer recuerdo, porque ese hotel era muy lindo. Ver todo eso consumido por las llamas en tan pocos minutos fue una de las cosas que aún mantengo en mi memoria”, cuenta la mujer, ahora radicada en Antofagasta.
Hoy la exoficina José Francisco Vergara cumpliría su 103 aniversario de no ser que fue despoblada en 1976. No obstante, un grupo de pampinos (entre ellos, Ester) visitaron este fin de semana los restos del antiguo poblado para rememorar su pasado.
La última Shanks
Ubicada a 180 kilómetros al noreste de Antofagasta, esta oficina que debe su nombre a un ministro de Guerra de la Guerra del Pacífico, generó su primera producción el 23 de junio de 1918, de ahí su fecha de aniversario.
Asimismo, dentro de lo que es la región de Antofagasta (el cantón central en ese entonces) fue la última oficina en cerrar que empleaba en método “Shanks”, es decir, el arcaico proceso de lixiviación que consistía en picar el caliche, llevarlo vía carretón a las plantas de chancado, procesarlo y dejarlo reposar en canchas a pleno sol.
Al respecto el historiador y académico de la Universidad Católica del Norte, José Antonio González, explica cuál fue el rol de esta oficina dentro de las cientos que se encuentran diseminadas en las regiones de Tarapacá y Antofagasta.
“Fue una de las mayores que hubo en la región con el sistema Shanks junto con la oficina Chacabuco. Vergara constituyó una suerte de campamento adicional para las oficinas que estaban en esa área que constituían el cantón del Toco y el cantón Central”.
Si bien los restos del poblado no cuentan con ninguna protección legal (a diferencia de Chacabuco, Francisco Puelma o Pampa Unión que han sido declarados Monumentos Nacionales) un grupo de exmapinos aún hacen lo que está dentro de sus facultades para preservar el expoblado, entre ellos, las autoridades de María Elena.
El alcalde de dicha comuna, Omar Norambuena cuenta que “en tiempos de pandemia, hemos hecho un programa a través del municipio, de manera streaming, para que podamos también tener una participación de artistas que son hijos de esta tierra, y lo hemos hecho obviamente con un sentido de tener la participación de ellos, por medio de esta tecnología que nos permite avanzar y tenerlos, aun estando lejos”.
Preservación
Hoy, Vergara son un conjunto de murallas derruidas. Pese a esto, aún un grupo de pampinos se afana por realizar actividades en el excampamento, entre ellos Eduardo Araya, quien nació en la exoficina Algorta pero su padre, perforador, lo llevó a vivir a Vergara a los 10 años.
“Recuerdo con cariño a la oficina porque era muy lindo. Allí existía una sola radio que estaba instalada con megáfonos en la plaza, después la escuchaban músicos, se escuchaban las noticias del país; en esos tiempos estaba la radio Balmaceda, la radio de la minería, la Agricultura, la radio Portales. En el teatro, todos los días había películas distintas, hacían carteles que se pegaban afuera del teatro, ahí, todos los días de la semana. Había funciones matinales, matiné en la tarde, vespertina”.
Cristian Venegas, investigador e hijo de pampino, explica el por qué esta oficina debe ser preservada.
“Yo llegué a la agrupación porque estaba acostumbrado a ir a las festividades de Pedro de Valdivia, que se dan durante las primeras semanas del mes de julio. Llegué acá y conocí a este grupo de vergarinos que, de alguna manera, nos acogieron acá, me acogieron a mí, a mi familia, y de ahí nació la pasión por querer participar en lo que es la restauración de este lugar, a pesar de que es un lugar que está en ruinas”.
En la actualidad, la oficina se encuentra en ruinas. Más allá de algunas derruidas murallas erguidas y árboles secos, nada parece indicar que en el lugar existió un poblado que contó con todas los adelantos que la época ofrecía, como radios en las plazas y cines. Este miércoles Francisco José Vergará cumplirá su 103 aniversario de la primera producción, no obstante esta fecha pareciese no ser relevante para el resto de la región, salvo para los casi extintos vergarinos.