Investigadores de España y Chile utilizaron una sofisticada tecnología para detectar restos de vida en rocas con más de 200 millones de años en el desierto de Atacama y comprobaron que esta metodología se podría replicar en futuras misiones a Marte.
Buscar restos de vida en rocas antiguas supone un reto, ya que el tiempo y los diferentes procesos de formación de esas rocas contribuyen a destruir y reciclar cualquier evidencia directa de vida, subrayó el Centro de Astrobiología en una nota este lunes.
En ella, señalan que el uso de fósiles químicos, tales como determinadas moléculas o composiciones isotópicas, resulta más útil para la búsqueda de vida en ambientes antiguos, donde el impacto acumulado de diversos factores destructivos como la radiación ultravioleta, la erosión, la presión o la temperatura han podido causar la degradación paulatina de posibles restos biológicos.
El equipo está formado por investigadores del Centro de Astrobiología (CAB) de España y de la Universidad Católica del Norte, que han aplicado una potente plataforma “multianalítica” para detectar esos restos de vida.