San Francisco de Chiu Chiu es un poblado andino colonial ubicado a poco más de 30 kilómetros de Calama y es por donde pasó la expedición de Pedro de Valdivia, quien siguió el camino del Inca hasta llegar al lugar que alberga la iglesia más antigua del país, uno de los atractivos más visitados por turistas nacionales y extranjeros. Así también, la laguna Inca Coya donde la leyenda cuenta que se sumergió la princesa inca Colque Coillur junto a su hijo, después que fuera traicionada por Atahualpa Yupanqui, de quien se enamoró y embarazó, sin que nunca más se supiera de ella.
A tan solo un kilometro de esta pintoresca y hermosa localidad por la carretera de acceso se produce el encuentro de los ríos Loa y Salado que la rodean y bañan, dando vida a su tradicional agricultura que alimentó a los atacameños o Lickan Antay que se cobijaron de los españoles en los llamados pucarás. Es así que este pueblo conserva los vestigios de lo que fuera el pucará de Chiu Chiu, una fortaleza que se estima fue construida entre los años 800 a 1400 y que atesora la impronta de los primeros habitantes del desierto, el estilo de sus construcciones, la textilería, la cerámica y sus diversos utensilios, siendo otro reconocido sitio de alta visitación en el Desierto de Atacama de la Región Antofagasta.
A estos maravillosos atractivos se suman las letras volumétricas apostadas en el acceso de entrada al poblado y que buscan potenciar y dar mayor dinamismo al turismo con diferentes diseños en sus letras que representan la tradición y costumbre de los atacameños, como son el campanario de la iglesia, la textilería y sus vasijas, la vegetación a orillas del río Loa y su sistema de construcción. Obra que consideró los característicos colores de la tierra del desierto y la greda y que reflejan la identidad Lickan Antay de la novena construcción de parador fotográfico que se entregó a la comunidad para fomentar el turismo sustentable en la región y así apoyar el desarrollo de este destino emergente que es puerta de entrada a Alto El Loa.
Una particularidad que destacó la presidenta de la Comunidad Indígena Atacameña de San Francisco de Chiu Chiu, Dina Panire en la ceremonia que descubrió las letras gigantes con presencia de diferentes representantes locales y regionales. La representante se mostró agradecida, ya que esta obra se ubica en lo que denominó “la puerta de entrada” a los otros poblados del interior y esto es muy significativo, ya que “se le da el espacio, el valor y el realce a nuestro pueblo” sentenció. Asimismo lo remarcó la vecina y comunera Magaly Galleguillos, quien dijo estar muy contenta, feliz y agradecida, ya que “representamos a todos los pueblos del interior, son unas letras preciosas que tienen la temática de nuestra descendencia”.
El director regional (s) de Sernatur, Claudio Jerez, afirmó que “inaugurar estas letras volumétricas en un destino como es Chiu Chiu es muy importante, puerta de entrada a Alto El Loa que es un destino emergente”. Fue así que la autoridad del turismo regional resaltó que esta condición “nos permite hacer priorización de recursos y poder ir entregando estas obras de infraestructura turística básica que dan valor y potencian más aún los destinos en pos del desarrollo del turismo sustentable en la región de Antofagasta”.
Las letras fueron diseñadas y construidas considerando una altura de ciento cincuenta centímetros y una profundidad de veinticinco centímetros, las cuales están sujetas mediante un sistema de anclaje metálico a una base de hormigón armado y vibrado. En el caso de éstas letras, se agregó el campanario de la iglesia más antigua en el país como parte del paisajismo, esperando se transformen en un ícono de visita para los habitantes y turistas que la visiten.
“Sin duda que todos los pueblos necesitan mostrar su identidad, necesitan apoyo de la autoridad y que respeten su esencia. Una de las formas que se han manifestado en estos tiempos son las letras volumétricas (…) manifestó el director ejecutivo de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, Edwin Alavia. Además el representante del municipio agregó que “lo importante de esto es que son letras que identifican a un pueblo, a una nación y la identidad de los pueblos es lo más importante, es la forma de poder expresar su esencia y también que la gente pueda valorar más su cultura”.
Las letras instaladas en la altura y cordillera están construidas con tablero de fibra y estructura interna de fierro de 2mm, revestidas en fibra de vidrio y pintadas en esmalte, garantizando así una mayor vida útil, pudiendo soportar altas y bajas temperaturas. Un trabajo entre la Municipalidad de Calama y la Dirección Regional de Sernatur que se enmarca dentro del programa F.N.D.R “Ejecución del Plan de Turismo Sustentable 2019-2022” financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta aprobado por el Consejo Regional y ejecutado por la consultora I-O.