El aumento de la lectura de libros online y la baja demanda por los textos físicos de los estudiantes ha evidenciado el cambio generacional de quienes cada vez prefieren el acceso a la información digital.
En el marco de la celebración este sábado 23 de abril del Día Internacional del Libro, el director de la biblioteca de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Antofagasta, Pedro Robles Jopia, dio luces respecto a este aspecto, afirmando además que la unidad avanza en el proceso de digitalización de los textos con que cuenta. “Desde antes de la pandemia habíamos experimentado una baja sustancial del préstamo del material impreso. Eso es un reflejo en todas las bibliotecas a nivel de universidades, de que el préstamo del libro físico fue en declive, justamente dado por esta posibilidad de que existan sus símiles digitales”.
Asimismo, el director señala que, aparte del avance de la digitalización, uno de los factores se debe a que libros de carreras específicas, al tener una alta demanda y agotarse el físico en préstamo, los estudiantes recurrían a su símil digital.
Por lo anterior, Robles dice que “desde el 2018 empezamos a interactuar con la biblioteca de Coquimbo para coordinar varios procesos que son transversales. En ese tiempo era el tema de un programa de competencia informacional y el tema de los libros y las biografías básicas que teníamos que cubrir. Entonces, empezando a interactuar ambas sedes para poder hacer esfuerzos en conjunto para comprar libros, ahorrándonos algunos costos; tener que comprar en ambas sedes las mismas cantidades, quizás algunas cantidades menores”.
DIGITALIZACIÓN
La UCN, tanto en sus sedes de Antofagasta y Coquimbo cuenta con una impresora que digitaliza los textos para dejarlos disponibles a través de sus plataformas web.
“En conjunto con la biblioteca UCN de Coquimbo postulamos la compra de un servidor, un escáner especializado para la digitalización de libros y también un software para publicar y editar los documentos digitalizados a fin de entregar un producto mucho más terminado, de mejor calidad para que el estudiante pudiese acceder al material. Todo esto, obviamente, cumpliendo con la excepción de la ley de derecho a la propiedad intelectual”.
En el mismo aspecto, el profesional agrega que “con la pandemia se vio mucho más reflejada la tendencia a acceder a textos digitales. Por lo mismo, quisimos, con este proyecto de digitalización, una breve adecuación de los presupuestos. Entonces, redestinamos esos recursos para suscribir libros o plataformas de libros electrónicos para poner un universo de libros que quizás no estaban todavía como definidos en las distintas asignaturas, pero da la alternativa de poder, por ejemplo para un libro de álgebra, acceder a diferentes alternativas de otros editores u autores”.
LIBRO FÍSICO
La biblioteca de la UCN en Antofagasta tiene una visita semanal diaria de aproximadamente 1.100 alumnos, quienes en su mayoría ocupan los cubículos con acceso a internet para descargar sus libros solicitados. Dentro de la sala de lectura son contados con los dedos de una mano quienes toman algún texto de los anaqueles para leerlos. La mayoría lo hace desde sus tablets o incluso desde sus teléfonos celulares. Los demás, leen desde los computadores.
Sobre el libro físico, el director de la unidad concluye que “no creo que deje de existir el libro impreso. No va a desaparecer. Ambos sistemas van a convivir. Muchas veces va a pasar que hay usuarios que van a preferir el texto físico, y por lo tanto vamos a tratar de tener copias impresas, obviamente menos, como tres máximo; y los usuarios que están más tecnologizados y que quieran acceder al material, lo vamos a digitalizar para que les sea más cómodo el acceso”.