En las comunas de Calama, Taltal, San Pedro de Atacama y Antofagasta, el Comité Corfo Antofagasta dio inicio oficial al Programa Territorial Integrado (PTI) “Agricultura Sostenible y Alimentos con valor agregado en el Desierto de la región de Antofagasta”, el cual tiene como foco la mejora competitiva de la cadena de valor de los agro-alimentos producidos en el ambiente desértico.
Bajo ese objetivo, es que las líneas de trabajo están orientadas a incrementar la comercialización y el desarrollo de nuevas oportunidades de negocios en la cadena de valor local; impulsar la producción y comercialización de productos elaborados del tipo “Gourmet”, a partir del rescate de la producción ancestral y agregación de valor en una agricultura del desierto; generar nuevas capacidades regionales en torno al capital humano vinculado al sector agrícola; y promover capital social y colaboración multinivel.
Juan Ignacio Zamorano, subdirector de Fomento Empresarial del Comité Corfo Antofagasta, se refirió a las principales acciones del PTI, enfatizando que “estamos expectantes de lo que podremos trabajar a través de este programa, porque junto con potenciar la agricultura del desierto que observamos regionalmente, buscamos generar valor a aquellos productos agrícolas que pueden transformarse en alimentos con valor agregado, tanto para el mercado interno como para nuevos mercados internacionales como el Zicosur, lo cual permitirá a nuestros agricultores dar un gran salto. Por lo mismo, entendiendo las singularidades del territorio, trabajaremos según necesidades de cada zona agroecológica, litoral o altiplánica, y nos enfocaremos en actividades productivas con potencial crecimiento competitivo, como las hidroponía, olivicultura y vitivinicultura, entre otras”.
La hoja de ruta del PTI está proyectada al 2027, con 12 iniciativas de inversión, movilizando más de $900MM sólo en 2022 y, si bien es impulsado por la institución pública, está alineado con la Estrategia Regional de Innovación (ERI) del Gobierno Regional y tiene el apoyo de la Seremi de Agricultura, además que contar con una gobernanza pública-privada-académica y un equipo técnico operado por Gedes, que está conformado por la gerenta Karina Araya, ingeniera agrónoma; y la ejecutiva María Laura Yanez, geógrafa.
Celia González, seremi de Agricultura, declaró que “el PTI está focalizado en juntar a todos los actores claves de la región, para que todos miremos la agricultura y la saquemos adelante en conjunto. Corfo antes apoyaba minería, turismo, logística, pero hoy está con nosotros, lo que significa que podremos acceder a otros programas y por eso estoy muy feliz”.
Para el desarrollo integral de esta iniciativa, se conformó una gobernanza público-privada-académica, donde participa la Seremi de Agricultura, INDAP, FIA, INIA, Aguas Antofagasta S.A., SQM, CEITZASA-UCN, el Centro de BioInnovación de la UA y Codelco, actores que se reúnen una vez al mes para evaluar y proyectar la continuidad eficiente del programa. Como presidente de dicho Consejo Directivo, se escogió a Rodrigo Sfeir, Vicerrector de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Universidad Católica del Norte Universidad Católica del Norte, y como vicepresidenta a Paula Carrasco, directora de Asuntos Corporativos de Aguas Antofagasta.
“Este programa viene a rescatar y potenciar lo que es la agricultura en el desierto más árido del mundo y para la agricultura se necesita agua, así que como sanitaria de la segunda región, no dudamos en sumarnos a este programa. Estamos muy contentos, porque nos damos cuenta de que, cuando se juntan las voluntades y esfuerzos, se pueden lograr muchas cosas en beneficio de la comunidad y distintos sectores productivos. Vamos a seguir potenciando la eficiencia hídrica”, manifestó Carrasco.
COMUNAS
El PTI “Agricultura Sostenible y Alimentos con valor agregado en el Desierto de la región de Antofagasta” fue lanzado en Calama, Taltal, San Pedro de Atacama y Antofagasta, comunas que han sido priorizadas, ya que representan áreas con ecosistemas y rubros agrícolas distintos en cuanto a rubros agrícolas, permitiendo realizar una articulación territorial de acuerdo con las singularidades de las zonas agroecológicas consideradas, según sea litoral o altiplánica.
Guillermo Hidalgo, alcalde de Taltal, nos comentó acerca de su impresión sobre la iniciativa, afirmando que “doy real valor a esta oportunidad que tienen los agriculturores y emprendedores de la comuna, para que en conjunto podamos desarrollar un plan. Estamos agradecidos de compartir con diferentes actores que están comprometidos y creen en el sueño de que Taltal puede hacer una pequeña agricultura en el desierto”.
En el caso de Antofagasta, fue Dolores Jiménez, presidenta Asociación Gremial Altos La Portada, quien expresó que “es un gran avance para los agricultores que nos estén considerando en este programa y eso nos llena de orgullo. Ojalá podamos crecer mucho más a través de las alianzas público-privadas como esta”.
Por su parte, Rubén Bustamante, presidente de la Asociación de Agricultores de Calama, enfatizó en que “para nosotros es un proyecto que, esperamos, llegue a buen puerto y que las instituciones cumplan con el apoyo hacia la agricutlura, a través de proyectos concretos. Nuestro desafío es recuperar agua, las tierras y el oasis para Calama, y podemos hacerlo con innovaciones en la agricultura, como lo indica el PTI, así que continuaremos con más ahinco y fuerza”.
Finalmente, Justo Zuleta, alcalde de San Pedro de Atacama, se refirió a la importancia de este programa para el territorio, declarando que “estamos esperanzados en este PTI, porque se da en una actividad que ha sido vocación por toda la vida en este territorio. Hoy esta vocación se mezcla con la turística y ambas se conjugan muy bien para desarrollar una experiencia a los turistas y alimentan las características identitarias, por lo que estamos dispuestos a completar esfuerzos para que este PTI tenga el éxito que se requiere”.
Según el diagnóstico realizado previo a la aprobación de este programa, las brechas que hoy existen en la industria agrícola regional están relacionadas con la poca formalización de los agricultores, baja profesionalización y ausencia de conocimientos agrícolas, falta de continuidad y seguimiento de los proyectos, escasez del recurso hídrico, lentitud en la adopción de nuevas tecnologías, entre otras, las cuales serán trabajadas por el PTI durante su periodo de ejecución.