La desaparición de la influencer antofagastina Javiera Jiménez, ocurrida el pasado 26 de agosto, tendría relación con una de las bandas que se dedicaban al robo de cátodos de cobre a trenes que transitaban entre Antofagasta y Bolivia (FCAB).
Una información dada a conocer por Meganoticias durante la jornada estableció que Jonathan Olave era el líder de uno de estos grupos, en el cual participaba Andrés Sutar Araya, pololo de la joven desaparecida hasta el día en que se le perdió el rastro.
“En las bandas delictuales existe alguna suerte de descuido, que es el espacio que nosotros buscamos como equipo investigador para efectos de detener a estas personas”, explicó el general Gonzalo Castro Tiska, jefe de la segunda zona de Carabineros, región de Antofagasta.
Lo anterior, debido a los mensajes que le enviaba Sutar a su pareja: “Me acabo de chorear un camión, te amo”, se escuchaba en uno de los audios que le envió.
En otro mensaje, él le envió una fotografía de la placa del chaleco antibalas, con un orificio de impacto de bala: “Casi muero”, escribió él, a lo que ella respondió: “Con más cuidado, pues”.
TRIÁNGULO AMOROSO
Además, aparentemente, Javiera Jiménez también habría tenido un romance con Jonathan Olave, una relación que Sutar descubrió.
Es por este motivo, que le disparó al jefe de su banda, dejándolo parapléjico. Luego de ello, la influencer lo habría dejado en la carretera y desde ese momento se perdió la pista de la joven.
“A la Javiera la tiene detenida o le hicieron algo, una de esas cosas. Pero yo, mi corazón como mamá, siento que ella está viva”, aseguró su madre Gladys Galleguillos.
En la actualidad, Andrés Sutar se encuentra prófugo de la justicia, imposible de ubicar.
De Javiera, aún no existe ninguna pista de su paradero, a pesar de que hace dos semanas se inició una operación, denominada “rastrillo”, en el desierto del sector norte de Antofagasta, con la finalidad de obtener pistas claves que den con su ubicación, algo que momentáneamente no ha dado resultados.