Imágenes captadas por un dron en cuatro quebradas de la ciudad de Antofagasta alertan sobre numerosas problemáticas y situaciones de alto riesgo que tendrían efectos devastadores en caso de ocurrir un aluvión o incendio en los sectores altos de la capital regional.
La investigación, realizada durante junio por un equipo de la Universidad Católica del Norte (UCN) y del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), cobra especial relevancia ante la llegada del invierno y el aumento de posibilidades de lluvia en la zona.
Lo anterior es contingente con la situación de fuertes precipitaciones y sus consecuencias en el Centro-Sur del país, y con los efectos del fenómeno de El Niño que se espera que sean particularmente intensos esta temporada.
Las áreas monitoreadas corresponden a las quebradas La Chimba, Farellones, La Cadena y El Toro, además de la cuenca René Schneider que desemboca al campamento Aurora Esperanza, emplazado en el sector alto de la capital regional.
El trabajo en terreno y análisis de la información fue liderado por la geóloga, candidata a doctora UCN, e investigadora de CIGIDEN, Francisca Roldán Marambio, quien alertó y llamó a tomar conciencia sobre la situación de potencial riesgo que enfrenta la comunidad antofagastina. “Se evidencian situaciones muy graves en la ciudad. Una falta de control en el uso del suelo que no va acorde con las características geológicas y geomorfológicas, ambientales y necesidades actuales que tenemos hoy en día. Hay un descontrol en las zonas de extracción de áridos, acumulación de basura en algunas quebradas y calles principales, falta de gestión y remediación del exvertedero La Chimba, y un descontrol grave en los asentamientos informales los cuales han aumentado en el último tiempo”, destacó.
La especialista agregó que, en el caso de la proliferación de campamentos, estos se ubican en zonas totalmente expuestas ante multiamenazas, lo que agrava su situación ante casos de emergencia como aluviones e incendios.
“Se requiere una actualización de los mapas de impacto de amenazas con sus correspondientes planes de evacuación que consideren una base científica de estudios de amenazas, con profesionales acordes y especializados, con respaldo científico y regularización de usos del suelo. También con control de los asentamientos informales, gestión de residuos domiciliarios, término urgente de zonas de extracción de áridos en la ciudad, mantención y control frecuente de las obras de mitigación, entre otros”.
A lo anterior agrega que se requiere un Plan Regulador Comunal que contenga estudios hechos a una escala adecuada y con profesionales especializados para cada una de las amenazas que consideren las características geológicas, geomorfológicas y ambientales de la ciudad y lo anteriormente nombrado.
En cuento a la prevención, añade que “falta avanzar en sistemas de alerta temprana ante la amenaza de aluviones, con los cuales no contamos el día de hoy, pero estamos trabajando estos temas con un equipo multidisciplinario de la UCN”.
El análisis de la situación observada en cada una de las quebradas es el siguiente:
LA CADENA
El vuelo del dron constató problemáticas como nuevas tomas en la cabecera de la desembocadura de la cuenca La Cadena y al interior de esta. Específicamente, estos asentamientos están ubicados en la ladera del camino de acceso y al inicio del primer tributario de la cuenca. Son construcciones recientes y están conformadas por viviendas de material ligero, desconociéndose el número de personas que las habitan. A lo anterior se suma la detección de carpas al interior de las obras de mitigación, la realización de quemas casi todos los días, la presencia de un macrobasural al interior de la cuenca, en el lateral de las obras de mitigación y al interior de estas.
“Esto repercute directamente en un daño a las obras de mitigación, obstrucción del camino de acceso hacia al interior, acumulación de material domiciliario y constructivo. En el caso de acontecer una lluvia, este material -por acción de escorrentía directa de las laderas- será arrastrado hacia el interior de las obras de mitigación, disminuyendo su poder de retención e infiltración, aumentando la posibilidad de un desastre en la zona urbana por impacto de aluviones y daño ambiental”.
La investigadora agrega que, conversando con los pobladores, existe una evidente falta de conocimiento respecto a cómo reaccionar ante una posible amenaza.
FARELLONES
Desde la cercanía de la quebrada Farellones se puede visualizar la extensión de la ciudad, además de nueve campamentos ubicados en zonas escarpadas y cercanas al piedemonte de la cordillera de la Costa: Genesis II (que es donde parte el dron), Génesis I, Sol y Luna, Alto Las Cruces, La Escuelita, Flor del Norte, Arian Coni, Juanita Cruchaga y Camino al Futuro.
Estos campamentos están en su mayoría en zonas expuestas a impacto de diversas amenazas, como aluviones, caídas de rocas, deslizamiento e incluso -como están en zonas escarpadas- puede que cedan ante un sismo de gran intensidad. Se suma a lo anterior la amenaza de incendio.
Se observó que las viviendas están distribuidas en forma aleatoria, dificultando una evacuación efectiva y el acceso de vehículos de emergencia.
LA CHIMBA
Destaca entre las problemáticas el ser una zona de extracción de áridos, con excavaciones que superan los 15 metros de profundidad. Esto se considera un problema ambiental por la polución que genera y, sobre todo, aumenta el riesgo ante la amenaza de aluvión, ya que genera modificación de la superficie, soltando el material sedimentario, el cual puede comportarse como un aporte al flujo, aumentando su poder destructivo.
Otra amenaza es la presencia de un vertedero en el lugar. “Se evidencia que no han modificado el cierre perimetral, el cual consta de paredes delgadas (placas de cemento) las que ante un posible aluvión no podrían proteger del material domiciliario depositado en esa área. Este, representa una amenaza para la población, por las problemáticas ambientales (quema y ambiente tóxico) y porque puede actuar como aportante de material ante un posible aluvión, aumentando el poder destructivo y tóxico de este. Se recomienda cerrar y transportar ese material hacia otro sector asignado con urgencia”, destacó la especialista.
Asimismo, indicó que en el lugar es posible constatar la presencia de barrios transitorios, nuevas zonas industriales, tomas y campamentos. “Se evidencia un incremento muy fuerte en el asentamiento de viviendas en zonas cercanas a la cuenca. Esto repercute en que estén mayormente expuestas ante esta amenaza”.
Indicó que modelos matemáticos generados en distintas investigaciones muestran que estas viviendas están en zonas de impacto por posibles aluviones. A esto, se suma la presencia de posibles tanques de agua ubicados en zonas de impacto de aluviones y la falta de obras de mitigación de gran envergadura.
EL TORO
La quebrada el Toro muestra 13 campamentos: Familias Unidas, Hijos de La Covadonga, Sector 1, Dignidad en el Desierto, Los 33, Villa Constancia II, Altos del Cerro, 20 de Julio, Nuevo Amanecer del Desierto, Flor De Chile, Franja Esperanza, Altos Del Cerro y Fuerza Esmeralda.
Las imágenes evidencian que los campamentos ubicados en los laterales, en las cercanías de escarpes, laderas de las quebradas y cordillera, están expuestos a distintas amenazas como aluviones, caídas de rocas y deslizamientos, ante lluvias, sismos e incluso incendios. Además, se detectó que muchas viviendas ubicadas en el borde de la quebrada están expuestas a caídas por erosión lateral del cauce principal.
Las imágenes mostraron problemas de accesibilidad, los que en caso de una emergencia no permitirían el ingreso de vehículos de emergencia ni hacer evacuaciones peatonales efectivas. “Se observa una cuenca apta para la generación de aluviones, con obras de mitigación recientes y en buen estado. Sin embargo, se ha evidenciado acumulación de escombros, excavaciones y extracción de áridos en su zona baja. los cuales no deberían estar permitidos en el área. Se recomienda mayor control, detención de estas actividades y cambios en los derechos del suelo, así como controlar los asentamientos informales de manera urgente”, enfatizó Francisca Roldán.
AURORA ESPERANZA
En el campamento Aurora Esperanza habitan más de 500 familias, en su mayoría migrantes. La principal problemática del sector está centrada en la ubicación de estas viviendas informales, las cuales están al interior de la cuenca y sobre depósitos de antiguos aluviones (depósitos aluviales) que evidencian que están en plena zona de impacto ante este tipo de amenaza.
“La cercanía de estas viviendas respecto a la cuenca desencadena que no tengan tiempo de evacuación ante posibles lluvias que puedan desarrollar aluviones. Además, la distribución de las construcciones no atiende a la necesidad de una rápida evacuación, ya que están dispuestas aleatoriamente sin una estructura ordenada que facilite el tránsito peatonal. Esto implica que sea imposible el tránsito vehicular y menos el acceso de vehículos de emergencia”.
La investigadora agrega que en el lugar se evidencia la presencia de viviendas en las laderas escarpadas de esta zona, las cuales están expuestas a aluviones, caída de rocas e incluso al impacto por deslizamiento, ya sea por lluvias o sismos. A lo anterior se suma la permanente amenaza de incendio.