Un complejo panorama dio a conocer el Ministerio de Educación a fines del año pasado, pues evidenció que entre las cifras de deserción escolar que afectaban al país, en la región de Antofagasta 1.929 estudiantes que figuraban matriculados en el sistema escolar en 2021 ya no aparecían en 2022, es decir el 1,8% del total.
Este es solo un dato que evidencia la gran tarea docente de recuperar a esos niños, niñas y adolescentes que en algún momento abandonaron su formación primaria o secundaria.
En el contexto de los 103 años de la promulgación de La Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (dictada el 26 de agosto de 1920), la decana de la Facultad de Educación de la Universidad Católica del Norte (UCN), Patricia Castillo Ladino, hace énfasis en dicha efeméride: “La importancia de la promulgación de la Ley 3.654, que garantiza el acceso gratuito y universal a la educación, sin duda que fue un hecho fundamental en la historia de la Educación en Chile. Constituye un avance importante en la disminución de los niveles de analfabetismo en la población, permitiendo avanzar en los niveles de escolaridad en la población. Los hitos más relevantes tienen que ver con la creación de escuelas en los diversos territorios del país, que establecía la existencia de una escuela por cada mil habitantes”.
Fue en el año 1902 cuando se presentó en el Parlamento el proyecto de ley para la obligatoriedad de la educación primaria, no obstante, se aprobó 18 años después, bajo el mandato de presidente Arturo Alessandri Palma.
“El impacto de la ley se traduce en la actual política pública que establece la educación como un derecho fundamental que garantiza una educación de calidad y equidad para todos y todas. En este sentido, como país se ha avanzado significativamente en cobertura e inclusión social, permitiendo el acceso a la educación de miles de niños y niñas y jóvenes de nuestro país”, explica la decana UCN.
DESAFÍOS
Ante la actual crisis de la educación -la cual se estima quedó dañada por la pandemia-, Patricia Castillo Ladino señala que el gran desafío de los docentes es poder terminar con esta deserción e iniciar la reactivación educacional. “Actualmente, existe por parte del Estado de Chile a través del Ministerio de Educación en convenio con las universidades regionales, el desarrollo del Plan de Reactivación con miras a recuperar el sistema educativo y las pérdidas que ha sufrido el mismo, debido a la pandemia. Este plan se organiza en torno a los ejes Bienestar y Salud Mental, Reactivación de Aprendizajes y Asistencia y Revinculación, dirigido a instalar capacidades en el profesorado para generar una estrategia de retención y de atracción del estudiantado, que ha desertado por diversas razones del sistema escolar”.
Por lo anterior, agrega que “el nivel de deserción escolar en la región de Antofagasta corresponde a la segunda cifra más alta a nivel nacional. Esto significa que el fenómeno de la exclusión educativa constituye una problemática de alta complejidad en la zona, generando una interrupción en las trayectorias educativas de las niñas y niños, y provocando un aumento en las brechas de aprendizajes”.
Es importante destacar que toda acción orientada a evitar el absentismo escolar debe estar basada en estrategias que integren a todos los actores involucrados en los procesos escolares, manifestó.