El robo de cobre y bronce está afectando desde hace al menos dos años al patrimonio público de Antofagasta. Se trata de una serie de hurtos hormigas donde se retiran placas conmemorativas e incluso se atentan monumentos, según publicó ayer El Mercurio de Antofagasta.
Uno de los últimos episodios registrados fue contra la estatua de bronce que recuerda a la figura de la extinta escritora y periodista Lenka Franulic, que se encuentra en pleno paseo Matta y que a fines del 2022 se le galleteó una de sus pantorrillas. Mismo hecho ocurrió antes con una estatua de similares características que recuerda al Dr. Rendic en Prat con San Martín, a quien le galleteó el sombrero.
Pero esta no ha sido la única. Robos menos vistosos se han perpetrado contra placas de cobre que recuerdan hitos históricos de la ciudad, los cuales no alcanza a durar si quiera un año antes de ser removidos de cuajo.
HILO DEL AGUA
El monumento Hilo del Agua es tal vez el caso más llamativo de este tipo de robos. Inaugurado en 2010 en contexto de las festividades del bicentenario, esta obra consistente en dos torres de 25 metros y emplazada en pleno casco histórico, hoy yace en completo abandono.
Es por este motivo que, desde el año pasado, desconocidos comenzaron a retirarle poco a poco las planchas de cobre que revisten las torres, dejando al descubierto la madera que cubre la base estructural.
Desde su última mantención en 2014 (donde se invirtió alrededor de $25 millones para repara su cubierta) que este hito patrimonial no ha vuelto a ser intervenido. Hoy, aparte del daño a su base producto del robo, en lo que solía ser su pileta (un alargado surco frente a las torres) es utilizada frecuentemente por indigentes para levantar sus rucos.
PLACAS CONMEMORATIVAS
Una serie de placas de cobre que indican espacios o hitos respecto a la historia de la ciudad también han sido removidos. El más reciente fue un pequeño recuadro de este material instalado por Carabineros en el edificio Bulnes (Av. Balmaceda con Sucre) que señalaba el lugar donde se apostó el Batallón Bulnes, primer cuerpo de guardia en la ciudad durante la Guerra del Pacífico.
Instalada en abril de 1980, la placa fue remozada en abril el 2022, quedando llamativa por su brillante destello. Fue robada en agosto de ese año.
A fines de 2021 una serie de placas instaladas en los edificios del caso histórico también fueron robadas, quitando así la información histórica que tenían los edificios del Museo Regional (exAduana), las casonas de la exGobernación Marítima y del edificio del ferrocarril.
En la instancia, el entonces director del Museo Regional, René Huerta manifestó que “la lectura de los hechos es que estamos ante una sociedad que desconoce la importancia que tiene la memoria, la historia, lo que heredamos; y los edificios patrimoniales constituyen un elemento importante de nuestra sociedad”.
Solo como anécdota (sin sentido patrimonial), en abril de este año una serie de robos afectaron los pilares del edificio de la Delegación Provincial Regional, donde también se les retiraron sus revestimientos de cobre.
IMPRESIONES
Respecto a estos hechos, el seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Claudio Lagos Gutiérrez, manifestó que “es lamentable este daño que se genera a partir del robo de elementos vinculados principalmente al cobre. Hay una mirada de poder rescatar materiales primarios que tienen sentido de pertenencia, y en nuestro caso el cobre es un elemento identitario usado en obras como el hilo del agua o las placas”.
Asimismo, agregó que “estos robos si bien son hormigas, generan un daño a nuestro patrimonio y plantea un desafío en cómo vamos cuidando, y quienes administran estos monumentos que están en vía pública deben generar los resguardos necesarios”.
Por su parte el arquitecto Emil Ugarte dice que “esto es simplemente terrible y demuestra la decadencia en la que estamos cayendo como sociedad, donde más allá que el delito en sí, demuestra una falta de civilidad impresionante”.