Este lunes 16 de octubre se conmemora el Día del Profesor en Chile, fecha establecida en 1977 a través de la Ley Nº 16.662, la cual especificó que “cada año se realicen actos que destaquen la función del maestro y se entregue una medalla, un diploma u otra distinción semejante a quienes ese año cumplan 30 años de servicios efectivos como profesor”.
Debido a lo anterior, se pueden resaltar algunos hitos de la enseñanza en Antofagasta, los cuales van desde la fundación de los primeros establecimientos hasta anécdotas como que la Premio Nobel Gabriela Mistral dictó clases en el Liceo de Niñas (hoy Marta Narea).
Sobre estos acontecimientos y los actuales desafíos que se vienen en la zona -caracterizada hoy por un alto nivel de deserción de estudiantes- la decana de la Facultad de Educación de la Universidad Católica del Norte (UCN), Dra. Patricia Castillo Ladino, enfatiza que “se requiere tener claridad de qué tipo de sociedad queremos construir, qué tipo de ciudadano queremos formar y los valores que queremos promover. Ello, para desarrollarnos en un contexto local regional con una identidad propia, respondiendo a las necesidades del territorio. Además, sin perder de vista la interacción con el mundo global”.
LA PROFESORA POETISA
Lucila Godoy Alcayaga, la célebre poetisa Gabriela Mistral, en los inicios de su trayectoria como docente -en 1911- hizo clases en Antofagasta, específicamente en el Liceo de Niñas (hoy Marta Narea Díaz).
La Premio Nobel llegó a la ciudad a bordo del “Panamá”, pequeña nave que realizaba el periplo entre Valparaíso y Guayaquil. Comenzaba su vinculación con el Liceo de Niñas, que era dirigido por su amiga Fidelia Valdés. La poetisa se desempeñó como inspectora y profesora de Castellano, compartiendo labores con sus pares, doctor Ismael Larraín Mancheño, Berta Rencoret Ovalle, Amelia Saavedra Almeida, Adelaida Fritis Calvo, Sara Mackenzie, Celia Castillo, Ramón Sánchez Iglesias y Elena Kasten.
Es en ese periodo donde la joven comienza a publicar sus primeros versos en El Mercurio de Antofagasta bajo el seudónimo que (salvo una pequeña modificación que realizaría a futuro) le haría reconocida a nivel mundial.
En ese contexto conoce al entonces director de El Mercurio de Antofagasta, Fernando Murillo Le Fort, quien la invitó a visitar el diario. Tres días después publicó su primer artículo como colaboradora. El escrito, titulado “Navegando”, recogía impresiones logradas durante el viaje en barco. El 1 de febrero de 1911 publicó “Las escuelas del bosque”, con velada crítica al sistema educacional chileno, que calificó de “atrasado y orientado hacia la mediocridad”. Un importante aporte fue el cuento “El rival”, ocasión en que por primera vez usó el seudónimo de Gabriela Mistraly (con “y” final, como recalcó Mario Bahamonde en “Gabriela Mistral en Antofagasta. Años de forja y valentía”, aunque algunas veces igual utilizó su nombre verdadero).
PRIMEROS ESTABLECIMIENTOS
Antofagasta tuvo una de las primeras Escuelas Normales de Preceptores de la Macrozona Norte. La historia se remonta al 2 de abril de 1945, cuando se apertura de la Escuela Normal de Antofagasta.
Estos establecimientos, dedicados a forjar no sólo el intelecto, sino también el carácter y el espíritu de las nuevas generaciones, se abrieron en Chile en 1842, cuando el Norte Grande aún no formaba parte del territorio nacional. Ya en 1920 se establece la Ley de Educación Primaria Obligatoria N°3,654, abriendo 25 años después la primera escuela de formadores en Antofagasta.
La Escuela Normal de Antofagasta funcionaba en el edificio que hoy ocupa la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Antofagasta, frente al ex Hospital Regional.
Asimismo, los primeros establecimientos educacionales en Antofagasta fueron abiertos en 1888, por decreto del entonces Presidente José Manuel Balmaceda, quien instituyó la formación básica como política país en los entonces recientes territorios conquistados. Es así como se levantan el Liceo de Hombres (hoy Mario Bahamondes) y el Liceo de Niñas, cuyo primer edificio actualmente existe en la esquina de las calles Condell con Baquedano, siendo hoy el Teatro Pedro de la Barra.
PRIMEROS DOCENTES UCN
Un hito en la formación de profesores en la región de Antofagasta lo desarrolló la entonces Universidad del Norte (UN) hoy Universidad Católica del Norte (UCN). Desde su creación, en 1956, la casa de estudios superiores consideró las pedagogías en su oferta académica.
En 1961 presentó a un total de trece titulados, quienes conformaron la primera promoción oficial de la Institución. De ese grupo, tres pedagogos pasaron a la historia como los primeros profesionales titulados de la Universidad: Roberto Char Jure (Pedagogía en Inglés), y María Alburquerque Eliash y Mauricio Ostria González (Pedagogía en Castellano).
Sobre el panorama actual, la decana de la Facultad de Educación de la UCN, Dra. Patricia Castillo Ladino, resalta que “los desafíos del profesorado se tornan aún mayores dados los cambios que como sociedad vamos enfrentando, incertidumbre, cambio constante donde el conocimiento deja de ser estático y la institución educativa el único medio para acceder a él, más la inteligencia artificial y su impacto en el ámbito educativo. Por consiguiente, el profesor debe iniciar un camino donde debe desarrollar habilidades tales como capacidad de actualizarse profesionalmente a lo largo de su vida; trabajar habilidades como la empatía, la resiliencia, el pensamiento crítico; habilidades que le permitan abordar de mejor manera los nuevos contextos educativos, diversos culturalmente, y altamente exigentes”.