Un día como hoy, hace exactos 197 años, fallecía el compositor y músico alemán Ludwig van Beethoven, quien perdió la vida en Viena luego de estar tres días en coma producto de una insuficiencia hepática.
El virtuoso compositor, quien dentro de su vasta obra está la Sinfonía n.º 9 (inscrita como parte de la memoria del Mundo de la Unesco) vivió su vida profesional a fines del siglo XVIII e inicios del XIX, cuando el general francés Napoleón Bonaparte acaparaba la atención europea por sus diversas conquistas en la sucesivas guerras napoleónicas.
Por este motivo Beethoven, a la sazón de 32 años, mientras trabajaba en su obra titulada “Heroica” (Eroica en su titulo original) decidió dedicarla a las hazañas militares del francés, pues el músico era profundamente antimonárquico (régimen de Estado donde el control lo detenta una sola persona, en este caso, el Rey o la Reina) y Napoleón combatía estos regímenes.
FURIA
Cuando Beethoven daba forma a su Heórica en 1803 (según uno de los principales biógrafos, Anton Schindler) escribió el nombre de Napoleón Bonaparte en la dedicatoria, ya que éste encarnaba los ideales de la revolución francesa, ideales que abrazaba el propio compositor.
No obstante, Napoleón se autocorona como emperador en mayo de 1804, cuando Beethoven aún ultimaba los detalles de la obra. La noticia cayó como una bomba para el alemán, quien interpretó esta autocoronación como la continuación de la monarquía absoluta.
Según la anécdota, el músico enfurecido, se quejó en voz alta de que Napoleón no era diferente de cualquier hombre corriente, ignorando los derechos humanos, siguiendo sus propias ambiciones y convirtiéndose en un tirano. Por este motivo, borró furiosamente con la pluma (lápiz a tinta) el nombre de Napoleón de la dedicatoria, quedando incluso el papel de la portada dañada.
Este hecho está confirmado por el manuscrito original del pentagrama, en cuya portada, donde se observa una dedicatoria, el nombre de la persona aludida desaparece ante un violento borrón intencional. Beethoven estrenaría Heroica en junio de 1804, y pasó a la historia como la Sinfonía n.º 3.
Portada del pentagrama de Heroica, donde se ve el huevo dejado por el borrón que Beethoven hizo en la dedicatoria a Napoleón.