Irma Panire Berna, tejedora oriunda de la localidad de Ayquina Turi, fue la
representante de la Región de Antofagasta en el encuentro “Volver a Tejer”,
una iniciativa que busca reflexionar sobre el rol público/privado en la
revitalización del oficio de las tejedoras y que ha permitido que el trabajo de
980 mujeres campesinas e indígenas rurales, llegue a tiendas de retail.
Este proyecto, liderado por Paris, INDAP y Fundación ONA, cumplió este 2024
diez años de existencia, y contó en esta oportunidad con la participación de 30
artesanas desde Putre hasta Magallanes, quienes han podido intercambiar sus
respectivas experiencias y técnicas propias de cada zona.
Para Priscila Navarro, Directora (S) de INDAP Región de Antofagasta, este
encuentro “no sólo permite la reflexión en torno a esta actividad, un importante
legado patrimonial, sino también otorga la relevancia que estas mujeres
merecen, en el caso de la señora Irma Panire, a quien valoramos enormemente
por su aporte, talento, y porque a través de su trabajo, permite mantener viva
esta tradición, sello de este territorio, llevándolo a distintas partes del país”.
El gerente general de Tiendas Paris, Juan Luis Taverne, destacó que “como
Paris estamos orgullosos de cumplir una década consolidando Volver a Tejer
mediante un modelo de negocio basado en la sostenibilidad y economía
circular. Es un proyecto que ha puesto valor al trabajo y la pasión del hilado
hecho a mano, transformándolo en una parte importante del patrimonio
presente en el mundo del retail y la moda”.
En tanto, Franchesca Meneses, presidenta de la Agrupación Hilando Sueños
de Pichidegua, dijo que “estamos muy orgullosas de que nuestro trabajo se vea
visibilizado. Además, las personas que adquieran estos productos se llevarán
una prenda única, eterna y tejida con mucho cariño y amor”.
Volver a Tejer ha sido el proyecto que puso en valor el hilado hecho a mano en circuitos comerciales formales, colocando en circulación casi 4 toneladas de lana y fibras 100% locales, 16.640 pack de ovillos de 100 g, y más de 5.500 productos confeccionados a mano para la industria de la moda masiva.
Esto ha permitido avanzar en el posicionamiento de un modelo de negocio basado en la sostenibilidad y la economía circular, de la mano con la integración de los conocimientos y saberes de las artesanas, sus materias primas e insumos locales, sus técnicas tradicionales, las que tienen presencia desde 2018 en tiendas París, a través de las marcas Tribu, Umbrale y Alaniz.