Detectives de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural de Santiago en conjunto con sus pares de Antofagasta, están investigando una nueva modalidad de tráfico de especies, que tendría como principal objetivo al cactus Copiapoa, una especie nativa de la costa del norte de Chile.
Este tráfico ilegal de especies, quedó al descubierto a través de dos hechos policiales que ocurrieron primero en Italia, cuando fue interceptado un cargamento con más de 4 mil de estos especímenes y un segundo el mes de marzo, cuando Aduanas de Chile descubrió a siete de estos valiosos cactus que habían sido enviados desde Taltal en dirección a Hong Kong.
A raíz de estos hechos, comenzaron diversas diligencias con el objetivo de descubrir cuál es la trazabilidad de este tráfico, cuyo mercado ornamental está al alza en zonas de Norteamérica, Sudeste Asiático y algunos países de Europa, donde son ocupados principalmente como objetos de decoración.
Las diligencias se enfocaron en hallar los puntos de extracción, que estarían ubicados entre las regiones de Atacama y Antofagasta, sobre todo en el Parque Nacional Pan de Azúcar, que precisamente se ubica entre ambas regiones. Por este motivo, se realizaron fiscalizaciones en conjunto con Conaf con el objetivo de frenar este lucrativo mercado de especies únicas.
Este tráfico ilegal se encuentra enmarcado en la Ley N° 20.962 , conocida como “Ley Cites”, que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre, encontrándose este tipo de cactáceas en el apéndice II de esta convención.