El 29 de octubre fue fijado como el día mundial de la prevención del Accidente Cerebrovascular (ACV), una de las mayores causantes de mortalidad y paraplejia en Chile después del cáncer, afectando por lo general a personas mayores de 50 años.
Lo primero que hay que saber es que un ACV es la interrupción brusca del flujo sanguíneo cerebral, sea porque se obstruya o se rompa una arteria del cerebro, a lo que se le conoce como isquemia cerebral o hemorragia cerebral, respectivamente. Cuando esto ocurre, por cada minuto de desatención médica mueren aproximadamente dos millones de neuronas, lo que se traduce en que a mayor tiempo que pase, mayores serán las probabilidades de fallecer o quedar con cierto grado de discapacidad tras el ataque.
Para su prevención, el Dr. Manuel Alvarado, Neurólogo del hospital Barros Luco dijo a este Medio que “recordemos que esta es una enfermedad muy discapacitante y también una de las principales causantes de mortalidad en la población en general. Uno de los elementos fundamentales para prevenir estos accidentes vasculares es llevar una vida sana en el sentido de realizar ejercicios, no consumir tabaco, consumir alcohol en forma responsable y, si es que uno tiene una enfermedad crónica, por ejemplo diabeltes, dislipidemia (colesterol) o hipertención, tener el mejor control de esas patologías”.
Prevención
Asimismo Alvarado agregó que “otros de los elementos relevantes es que si uno presenta los síntomas del ACV, debe acudir rápidamente a un centro de salud, pues si lo hago rápido hay más opciones de hacer un tratamiento para que el paciente tenga menos secuelas y, en casos exitosos, irse caminando a su casa. Estos síntomas son cefaleas o dolores de cabeza en forma súbita o perdida de la capacidad de hablar o menos fuerza en forma súbita, acudir a centros de salud para tener opciones de tratamientos disponibles hoy en día”.
Por su parte el doctor David Sáez, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Barros Luco dijo que “si una persona menor de 80 años presenta síntomas propios del ACV, tales como problemas en el habla, entumecimiento del rostro o pérdida de fuerza en alguna extremidad; tiene un periodo de ventana de cuatro horas y media para ser atendido, que se determine qué tipo de ACV está padeciendo, se le practiquen los exámenes de seguridad necesarios y se inicie un tratamiento inmediatamente para evitar que las secuelas sean irreversibles. En el caso de las personas mayores de 80 años, el lapso de tiempo para intervenir oportunamente es menor”, asegura Sáez, quien agrega que “el control de factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, colesterol, además del consumo de drogas, es clave para prevenir estos accidentes”.