La tecnología ha pasado a ser una herramienta clave en esta crisis sanitaria para poder adaptar las clases presenciales de las escuelas y jardines, y así proteger la salud de toda la población. Por ello, este año Minera El Abra ha apoyado a los establecimientos educativos de la Provincia de El Loa para que puedan acondicionar los espacios y tener mejores herramientas tecnológicas para fortalecer la enseñanza en línea en tiempos de pandemia.
El Fondo Escolar es un financiamiento que ha entregado Minera El Abra hace más de 10 años y este año en particular se adjudicaron recursos a 4 proyectos educativos, por un total de alrededor de $38 millones.
Este fondo se ha enfocado desde sus inicios en apoyar la educación de los alumnos y alumnas de la Provincia de El Loa entregando recursos para desarrollar iniciativas relacionadas con la pedagogía e infraestructura de las escuelas de la zona.
Los proyectos seleccionados en esta oportunidad fueron de la Escuela Básica Rural Pukara G-23, San Francisco de Chiu Chiu G-52, Escuela E-20 Nuestra Señora de la Candelaria de Caspana y el Jardin Infantil Mi Banderita Chilena.
Las iniciativas que se concretarán en los próximos 6 meses estás orientadas a la implementación de herramientas tecnológicas en la educación, a través del fortalecimiento del aprendizaje en línea y la adquisición de dispositivos como notebooks y proyectores. Además, en el caso del jardin infantil Mi Banderita Chilena, éste mejorará las condiciones de su establecimiento para cumplir con las medidas sanitarias y el distanciamiento social.
“La adaptación en este momento tan complejo para toda la comunidad, tanto docentes, estudiantes, apoderados y apoderadas, ha sido una necesidad imperiosa y urgente. Es por ello que Minera El Abra, a través del Fondo Escolar, permitirá que alumnos y alumnas de la provincia puedan seguir estudiando, a pesar de la crisis sanitaria”, recalcó Rubén Funes, Presidente de Minera El Abra.
Cabe recordar que los proyectos nacieron de las necesidades de las propias escuelas y la motivación por ayudar a las y los estudiantes que se han visto afectados por la suspensión de clases desde principio de año. Éstos han debido adaptarse a la educación a distancia, por lo que se ha visto la urgencia de fortalecer los mecanismos y los recursos tecnológicos para que los niños y niñas no pierdan el año escolar y no interrumpan su aprendizaje.