El proceso de transformación de Codelco, que busca convertirla en una empresa de excelencia, está mostrando logros. En los primeros nueve meses del año seis de los cuales han estado marcados por los efectos de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, la empresa generó US$ 1.124 millones de dólares de excedentes, 86% más que en igual período del año pasado.
En otras palabras, la cuprífera sumó US$ 521 millones adicionales a los US$ 603 millones del año
pasado. Esta cifra está en línea con las expectativas de la estatal de mejorar sustancialmente sus
resultados, tras iniciar un plan estratégico para el decenio, cuyo objetivo es asegurar el financiamiento
y ejecución de los proyectos de desarrollo de sus divisiones,para posicionarse entre las mineras más
competitivas del mundo y mantener el aporte de Codelco al país por 50 años más.
“Con las medidas tomadas por la compañía antes de que la pandemia llegara a Chile, pudimos mitigar
sus impactos, asegurar la protección de nuestros trabajadores y trabajadoras, y mantener la
continuidad de marcha. Durante este tiempo, y con profundo sentido de país, logramos una mayor
producción, una mayor venta de cobre propio y de subproductos, costos más bajos y una
productividad más alta”, recalca el presidente ejecutivo, Octavio Araneda.
Entre enero y septiembre, la empresa produjo un millón 165 mil toneladas de cobre fino, 45 mil
más que al tercer trimestre de 2019, lo que representa un 4% adicional. La continuidad operacional, un
mayor tratamiento de las plantas y una mejor ley de mineral explican el incremento.
Los costos directos llegaron a 126,9 centavos de dólar la libra (c/lb), 11,3% más bajo que en el mismo
período de 2019, cuando se alzó a 143,1 c/lb. La mayor continuidad operacional de las fundiciones,
que optimizó la cartera de productos de la estatal; una producción más alta; el incremento en la venta
de subproductos, como el molibdeno, el presupuesto ajustado y el positivo efecto de un dólar más alto
explican esta mejor cifra.
En tanto, el costo neto a cátodo bajó a 216 c/lb, 6,3% más bajo que los 230,4 c/lb al que llegó entre
enero y septiembre de 2019. Los motivos que justifican esta cifra son los mismos de los costos
directos, que se complementan con menores gastos no operacionales y la baja en gastos relacionados
con negociaciones colectivas (no hubo durante el período).
Otra buena noticia es el alza de la productividad, que en este período llegó a 61,1 toneladas métricas
finas por persona (sin considerar las fundiciones y refinerías), un alza sustancial de 17% respecto de las
52,2 tmf/pp en los primeros nueve meses del año pasado.
La generación operacional de caja, Ebitda, por su parte, alcanzó los US$ 3.437 millones, un 35% mayor
que el mismo período del año anterior, con un margen de 37%.
Proyectos estructurales avanzan en su desarrollo
Chuquicamata Subterránea, inaugurada el año pasado, presenta un avance de 99,5%. Debido a la crisis
sanitaria, las obras se paralizaron en junio y se reiniciaron gradualmente en agosto. El proyecto está en
proceso de término de las obras remanentes y del sistema integrado de operación. Respecto del
monto autorizado, se calcula un ahorro en torno a los US$ 700 millones.
Traspaso Andina avanza de acuerdo con lo programado, con un total de 89,1%. El montaje
electromecánico alcanza un desarrollo de 71%, mientras progresan las actividades de su puesta en
marcha (61%) con la División Andina.
Nuevo Nivel Mina, por su parte, despliega un avance total de 62,6%. Debido a la pandemia, se
detuvieron temporalmente los proyectos a inicios de julio. En agosto, junto con reiniciar las obras se
autorizó la inversión para ejecutar Andesita y Diamante. En Andes Norte está en desarrollo el plan de
retorno.
Todos los proyectos y las operaciones divisionales mantienen activas las medidas de seguridad y salud
ocupacional, para vigilar los efectos de la contingencia sanitaria, con la asesoría del Departamento de
Infectología de la Universidad Católica. Esto implica que Codelco ha seguido y seguirá poniendo a
disposición todos los recursos para la protección adecuada de las personas; persiste en la constante
revisión de medidas, en función de la evolución de la enfermedad y de la nueva información
disponible; ha reforzado el constante control y cumplimiento en terreno de las medidas de prevención,
y prosigue sensibilizando al personal sobre el autocuidado y la responsabilidad de los trabajadores y las
trabajadoras, tanto en las faenas, en sus hogares y en lugares públicos.