Cada 8 de septiembre son cerca de 70 mil personas las que llegan hasta el poblado de
Ayquina, a 74 kilómetros de Calama, para venerar a su santa patrona, la Virgen de
Guadalupe.
Su iglesia no contaba con energía eléctrica durante las 24 horas del día, sino solo durante
lapsos podían acceder a este suministro, lo que se vuelve una complicación especialmente
cada año durante los días de fiesta.
Conscientes de esta necesidad y de la importancia que el templo contara con energía,
ENGIE efectuó una instalación fotovoltaica a fin de resolver esta problemática que
mantenían hace décadas los habitantes de la comunidad que veneran a la Chinita.
Así, se desarrolló un ambicioso proyecto que fue diseñado por profesionales expertos en el
área y supervisado por ingenieros de la compañía. El principal objetivo era ejecutar una
iniciativa renovable que fuera capaz de cumplir con los requerimientos de la ciudadanía:
entregar energías limpias a la iglesia.
“Estamos muy contentos, porque ENGIE tuvo la disposición de sentarse a conversar con
nosotros y comprender la importancia que tenía este proyecto para la toda la comunidad. Si
bien este año la fiesta seguramente se deberá suspender, esperamos el próximo año vuelva
toda la gente y se encuentre con la iglesia que al fin tiene energía sin cortes durante los días
de fiesta, que es lo más importante para nosotros”, explicó el presidente de la comunidad de
Ayquina, Mario Berna.
Se instalaron ocho paneles que, a través de un banco de baterías de última generación,
permiten entregar energía eléctrica a la Iglesia de Ayquina, el sueño de todos los fieles que
veneran a la virgen. Con esto, además, se ratifica el compromiso de la compañía de aportar
con energías limpias de cara a alcanzar la anhelada carbono neutralidad.
“Para ENGIE es importante poner en valor las tradiciones de cada una de las comunidades
con las que nos vinculamos. Por eso, estamos orgullosos y muy contentos del trabajo
conjunto que realizamos con la comunidad de Ayquina, que hoy nos permite contar con la
solarización de su templo, epicentro de la fiesta religiosa más importante para ellos”, explicó
el Gerente de Sostenibilidad y Permisos de ENGIE, Matías Bernales.
El proyecto además contempló la capacitación de los propios comuneros, quienes
obtuvieron los conocimientos necesarios no solo para realizar el mantenimiento de los
equipos, sino que además aprender sobre su correcto funcionamiento en el largo plazo.