La importancia de los oficios religiosos para los habitantes de los poblados del interior es tan relevante que para ellos es fundamental que su iglesia se encuentre en perfectas condiciones y, además, sea un espacio acogedor para su párroco y cada uno de los encargados de su cuidado.
En el Alto Loa, el poblado de Cupo recibe al año tres fiestas religiosas de trascendencia, entre ellas, la de su Santo Patrono San Andrés. Son cientos las personas que llegan a esta zona cordillerana para ser parte de esta jornada de celebración.
Su iglesia es el centro del poblado se ha convertido también en centro de reunión para sus habitantes, por lo que su cuidado y mantención es fundamental. Sin embargo, hace un tiempo mantenían requerimientos para mejorar sus instalaciones.
El párroco y los fabriqueros a cargo, no contaban con un servicio higiénico en el lugar, obligándolos a desplazarse hasta la sede social para resolver esta dificultad. Este requerimiento fue planteado a ENGIE, desde donde se levantaron estos antecedentes entregando una solución concreta para esta problemática que arrastraban desde la construcción de la iglesia.
“A nosotros nos hacía mucha falta esto. Por ejemplo, viene el padre a hacer las misas una vez al mes o a veces dos veces al mes, pero no teníamos un baño que es lo principal. Y cuando tenía esa necesidad, había que ir al local, que allá tenemos una sede y tenemos nada más un baño allá. Entonces se nos complicaba y por eso que pensamos tener un baño acá en la iglesia, igual para la fabriquera y pensando en eso, en el pueblo”, destacó la presidenta de la Junta de Vecinos de Cupo, Juliana Cruz.
La compañía realizó la construcción de estas dependencias, contando con el apoyo de un proveedor local que respetó la infraestructura y entorno de la iglesia, a fin de no alterar la arquitectura histórica del lugar.
“En ENGIE creemos firmemente en el trabajo colaborativo con nuestras comunidades, por lo cual en el caso de Cupo se nos comentó la necesidad de una mejora en la infraestructura de la iglesia, en la cual se realizan tres celebraciones importantes y en función de esto, quisimos aportar para mejorar la instalación. En ENGIE nos sentimos muy orgullosos de trabajar con nuestras comunidades y este es el inicio de un trabajo colaborativo que se va a extender por 30 años”, destacó Matías Bernales, Gerente de Sostenibilidad y Permisos de la compañía.
Se trata del comienzo de un trabajo mancomunado con Cupo, que busca apoyar el desarrollo de este poblado del Alto Loa en los enfoques que son fundamentales para ENGIE, especialmente en energías renovables u otros que aporten a mejorar la calidad de vida de las comunidades que nos acogen.