Como parte de su Plan de Manejo Ambiental en la Vertiente 11 del Salar de Ascotán, Minera El Abra inauguró un invernadero a más de 3.700 metros de altura ubicado a aproximadamente 13 kms. de la frontera con Bolivia, para permitir la reproducción de dos especies de flora mediante el control de condiciones de erosión eólica, evaporación y oscilación térmica característica del ecosistema de puna y en particular de este salar.
Hace más de 10 años que El Abra trabaja en el Plan de Manejo Ambiental en la Vertiente 11, manteniendo un monitoreo permanente de las condiciones bióticas y abióticas de la flora y fauna del sector, además de un completo manejo ambiental que permiten un desarrollo sustentable del sector.
La comunidad de Ascotán, quienes desde los inicios del Plan de Manejo en la Vertiente 11 trabajan en conjunto con El Abra, se capacitaron para realizar esta labor de reproducción y posterior replante de las especies de flora, Zameioscirpus atacamensis y Puccinellia frigida.
En turnos rotativos, personas de la comunidad de Ascotán con la supervisión de la empresa Teknoriego, realizan las labores de manejo, que van desde la plantación de semillas y esquejes para posteriormente permitir el proceso de germinación, y lograr de esta manera el aumento de la cobertura vegetal de la vertiente.
A pesar de las complejas condiciones sanitarias de este año por la pandemia, desde septiembre que se mantiene el trabajo habitual en la vertiente 11, focalizado en la limpieza de la vertiente y el acondicionamiento del suelo en ciertos sectores.
“Dentro del plan de desarrollo sustentable de Minera El Abra, está la mantención y recuperación de la biodiversidad de los sectores aledaños a nuestra faena. Es por ello que hemos mantenido la labor en la Vertiente 11, en conjunto con la comunidad, quienes son los que mejor conocen el territorio”, señaló Rubén Funes, Presidente de Minera El Abra.
El flamante invernadero cuenta con unos 200 m2 de superficie, pudiendo albergar hasta 15.000 plantas adultas. Se contempla para 2021 realizar los estudios de suelo, monitoreo aéreo de la zona y el trabajo de mantención en el vivero, junto con la aclimatación paulatina de las plantas a su hábitat natural.