El déficit habitacional se ha vuelto uno de los grandes problemas en tema de vivienda a nivel nacional, lo cual se puede reflejar en cada una de las regiones del país. Respecto a la situación de la región de Antofagasta, según el informe publicado por Déficit Cero en abril de este año, cuenta con un déficit habitacional de 29.096 viviendas.
Dentro del mencionado estudio, la comuna de Calama se ubica en el segundo lugar respecto al déficit habitacional regional y se encuentra en el décimo lugar a nivel nacional respecto al número de viviendas irrecuperables, con un total de 2.204. Además, en el último Censo realizado en 2017, la comuna se ubicaba en el puesto 18 a nivel nacional respecto al déficit habitacional, con un total de 5.216 viviendas.
Por otro lado, la Cámara Chilena de la Construcción realiza todos los años el estudio “Índice de Calidad de Vida Urbana” (ICVU), en el cual analizan la provisión de bienes y servicios, tanto públicos como privados. Dentro del análisis, se encuentra la categoría de “vivienda y entorno”, en la cual se puede visualizar la situación habitacional de Calama, ya que durante el 2019 obtuvo un puntaje de 37,56 (rango inferior), y en el 2021 dicha cifra disminuyó a 28,91 puntos, significando un empeoramiento de la situación.
Respecto a esta problemática, el director regional de Urbanismo Social en Antofagasta, Matías Carrión, enfatiza “Para enfrentar la actual emergencia habitacional, hoy más que nunca, resulta fundamental re-pensar las formas y mecanismos tradicionales que han orientado la política habitacional durante las últimas décadas. Para garantizar el acceso a la vivienda digna, debemos trabajar de forma articulada en la diversificación de la oferta y la apertura a nuevas alternativas, cómo por ejemplo; el arriendo precio justo, la radicación de asentamientos informales (en los sectores que la normativa lo permita), el potenciamiento de las cooperativas de vivienda y la autogestión en materia habitacional, entre otros. En definitiva, necesitamos innovar, actuar con sentido de urgencia, diversificar y modernizar los procesos de postulación y constructivos para entregar una oferta que se ajuste a múltiples necesidades y a la realidad local”.