¿Qué está pasando con los locales emblemáticos de Calama? Es la pregunta que muchos habitantes de la ciudad hoy se preguntan respecto al anuncio tanto de Casa Lorena como de Ferretería San Felipe de cerrar sus puertas luego de más de 50 años de haberlas tenido abiertas para su clientela fiel.
Si bien, en ambos locales la situación es distinta, no deja de llenar de nostalgia y recuerdos a los cientos de calameños que alguna vez fueron a comprar sus productos.
En el caso de Ferretería San Felipe, cuya apertura fue en el año 62′, el mismo año del mundial en Chile, el cierre lo atribuyen netamente a que María Isabel y Marta Tapia quieren dedicarse al cuidado íntegro de su madre, Teófila Quiroz, quien con 101 años se mantiene firme en memoria de su viudo Felipe Tapia, cuyo nombre es el que lleva la tienda.
En tanto, Casa Lorena, se mantuvo vigente luego de 55 años. Fue inaugurada por Luis Tapia, quien falleció hace 8 años, pero cuyo legado fue adquirido por su hija, Sandra. “Muy honrada por haber sido parte de esta historia. Estoy agradecida de todas las familias calameñas que siempre nos aportaron y que hasta el día de hoy nos han manifestado su cariño, su afecto y que han lamentado el cierre de esta querida y emblemática tienda que estuvo siempre al servicio de la comunidad calameña”.
El motivo del cierre -comenta Lorena-, se debe a varios factores, partiendo con el estallido social, pasando por la pandemia y ahora viéndose afectados por los altos niveles de inseguridad que se viven en el centro, los que han hecho que las personas prefieran ir a los centros comerciales y compren sus muebles o artículos para las casas en los retail.
De este modo, son pocos los locales históricos de Calama en pie: Casa Mamita, La Flor de Chile, Media Luna y Jugos Zenteno.