A través de un sistema fotovoltaico y la regularización eléctrica del edificio, la comunidad
indígena atacameña de Caspana logró entregar energía en forma permanente e iluminar su
emblemática iglesia San Lucas de Caspana, proyecto que fue ejecutado con el Fondo
Comunitario de Minera El Abra.
El proyecto contempló un set de paneles solares, inversor y baterías que alimentan la
iluminación del interior y exterior de la iglesia y las distintas dependencias del recinto, cuya
estructura y campanario fueron declarados Monumento Histórico en el año 1951. Por ello
se elogió la ejecución del proyecto en sus plazos y resguardando cuidadosamente su
estructura de piedra, barro y techumbre de madera de cactus y chañar, que ahora serán
iluminados con energía limpia.
El fondo Comunitario de Minera El Abra es una contribución efectiva al desarrollo local de
las localidades indígenas para financiar iniciativas sustentables que refuerzan la identidad
local, el desarrollo social y, en lo esencial, aumentan la valoración y el respeto al
patrimonio cultural y el medio ambiente.
El proyecto de iluminación de la iglesia dio una respuesta a la comunidad y sus adultos
mayores que ahora realizarán sus actividades parroquiales de forma segura, tal como lo
expresó Enrique Coria Rojas, coordinador del proyecto. “La iglesia siempre tiene fiestas
religiosas y era imperioso contar con energía eléctrica, especialmente por nuestros adultos
mayores que asisten a este tipo de actividades que en general son en la noche. Hacemos
luminarias, vísperas para esperar la salida de los santos. Entonces todo tenía que hacerse
mediante motores generadores a gasolina y eso demandaba importantes gastos para la
comunidad”.
Este proyecto fue priorizado por la comunidad tal como lo explicó Germán González
Panire, Presidente de la Comunidad de Caspana. “La prioridad era tener la iluminación de
la iglesia. El grupo electrógeno está en muy mal estado y hay días que tenemos energía y
otros no. Ese problema lo solucionamos con el apoyo de Minera El Abra que nos apoyó
para tener este tipo de energía”.
El encargado de los cuidados de la iglesia, el fabriquero, Julio Colamar , expresó que ahora
“la iglesia se mantiene con harta claridad, para que la gente llegue con más confianza y más
tranquilidad. Tenemos luz día y noche. Muy hermoso y bien, pues todo el pueblo se
beneficia”.