Una exitosa materialización tuvo el convenio suscrito entre Codelco Distrito Norte y la Fundación para la Transferencia Tecnológica de la Universidad de Chile, a través del cual se ejecutó el proyecto “Mejorar la calidad de vida de los alumnos a través del uso de tecnología”, que permitió la instalación de 282 sensores de CO2 en cuatro establecimientos educacionales de la región de Antofagasta.
Los dispositivos conforman un sistema de monitoreo de calidad del aire que mide variables como cantidad CO2, temperatura y humedad, y fueron distribuidos en salas de clases y otros espacios de uso común en los liceos Jorge Alessandri Rodríguez y Cesáreo Aguirre Goyenechea de Calama, además del Colegio Técnico Industrial Don Bosco de la misma ciudad; y en el Liceo Domingo Latrille de Tocopilla.
“En la práctica esta tecnología ha demostrado ser muy eficiente, porque nos da la posibilidad de detectar rápidamente cuando el aire está sobrecargado de CO2 y tomar acciones, como desocupar el espacio y ventilar, para mejorar la calidad del aire que respiran nuestros(as) estudiantes, así que la verdad es que esto es fabuloso”, explicó Nelson Cabezas, director del Liceo Polivalente Domingo Latrille.
Por su parte Stephanya Barraza, presidenta del Centro de Alumnos(as) del Liceo Jorge Alessandri Rodríguez, calificó como un gran honor ser parte de este proyecto “ya que no solo mejora la calidad de educación, sino también el bienestar estudiantil”, y agregó que “es bastante grato recibir este beneficio, porque no solo contribuye a la actual generación de alumnos(as), sino también a futuras”.
Mejor calidad de aire en las salas y espacios educativos
Los dispositivos muestran las variables en forma individual, sin embargo, el conjunto de unidades presentes en cada centro educativo deriva los datos recogidos hacia una plataforma web de almacenamiento y visualización, desde la cual, gracias a herramientas de inteligencia artificial, se guía la toma de decisiones específicas para la mejora de capacidades cognitivas de las y los alumnos dentro de las aulas. Esto se traduce en disminución de ausentismo escolar entre 10% y 20%, aumento de los niveles de productividad y reducción de las tasas de contagio de diversas enfermedades de transmisión aérea.
“Para nosotros es muy importante estar presentes en el desarrollo comunitario y en particular en iniciativas dentro de las salas de clases para poder contribuir con el aprendizaje y, en este caso, con la salud e higiene del ambiente estudiantil”, manifestó Pablo Vera, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de División Ministro Hales.
En tanto, Pablo Farah, gerente de Flair, empresa proveedora de los sensores, y además representante de la Fundación para la Transferencia Tecnológica, mostró su gratitud por trabajar con “instituciones tan grandes e importantes como Codelco” y también en el ámbito educativo con organismos públicos “que muchas veces no tienen acceso a esta tecnología”. Por lo mismo, destacó que estas “son corrientes que recién están comenzando en el mundo, por lo tanto, en Calama y en Chile estamos siendo pioneros en esto”.
La iniciativa, que además busca resaltar el uso del cobre en la tecnología, contó con el apoyo y la coordinación de los respectivos municipios. “Estamos satisfechos porque hay que valorar cada proceso, por un lado, la voz de alerta de nuestros(os) estudiantes en relación a la calidad del aire que respiran; y por otro, lo que hace Codelco para responder a esta preocupación”, señaló el alcalde de Calama, Eliecer Chamorro.
Por su parte Darío Rojas, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Tocopilla, puso énfasis en las alianzas que posibilitan este tipo de proyectos en beneficio de la comunidad. “Esperamos que esta instancia, que hoy se trata de la mejora en la calidad del aire, se pueda replicar en otros lugares y áreas”, indicó.