Están atravesando por tiempos complicados en medio de la pandemia. Para los vecinos del campamento Quetena las ollas comunes han sido la forma de tener acceso a alimentación en días difíciles.
Son 78 familias que han visto en esta iniciativa, que lleva dos entregas, la alternativa para conseguir un almuerzo. En cada jornada solidaria se han entregado 380 almuerzos.
Desempleo, contagios y sospechosos, se han convertido en una mezcla que no ha hecho más que causar desesperación entre quienes residen en este sector de la ciudad.
Según explicó Claudio Ramírez, presidente del campamento, “están casi en un 70% sin empleo, sin ingresos, con 6 casos positivos de COVID-19 y más de 30 personas con sospecha de contagio al ser contactos estrechos. A esto se suma la falta de agua y apoyo en alimentos del gobierno que aún no han llegado a este sector”, enfatizó Ramírez.
Explicó además que la municipalidad envía un camión con agua que se retrasa permanentemente y también es insuficiente, por ello hoy la comunidad exige mayor presencia de las autoridades. “Realmente para ellos somos invisibles en esta pandemia y en esta cuarentena, sólo por ser vulnerables. Nos discriminan por la parte de alimentación, salud y lo principal que es el agua, que es un derecho humano. Nos piden cuarentena y vivimos del día a día y no tenemos alimentos; nos piden lavarnos las manos cada dos horas y no tenemos el agua suficiente”, explicó el presidente.
Hasta ahora particulares, Techo Chile, Supervisores organizados de Chuquicamata y la carnicería DAGO, han permitido la realización de las ollas comunes, pero requieren urgentemente que las autoridades se hagan presentes en esta comunidad.
Desde la municipalidad señalaron que están coordinando la entrega de cajas de alimentos. Ya se inició con el sector de Chunchuri Bajo y los campamentos indígenas Likantay y Likan Tatay y también está planificada la comunidad de Quetena. En cuanto al agua, la demanda se ha incrementado y para mejorar la entrega con más camiones, se está trabajando una alianza con Codelco, Serviu y Aguas Antofagasta.
José Vilches, administrador municipal, explicó que en específico en la comunidad de Quetena, “se realiza la entrega de agua una a dos veces a la semana, pero actualmente en la emergencia y ante la gran demanda de este vital elemento, se nos hace imposible cumplir con nuestro propio calendario. Podemos tener un atraso de un día o un día y medio, pero es parte del proceso que estamos viviendo”.
La comunidad por su parte sigue organizándose y este fin de semana planifican hacer pan comunitario, instancias que fueron elogiadas y bendecida por Monseñor Óscar Blanco, Obispo de Calama, quien los acompañó en la olla común realizada en el campamento. “Dios de una u otra forma se hace presente, a través de la generosidad de hermanos y hermanas preocupadas por ustedes. Desde aquí quisiera también hacer un llamado a las autoridades sanitarias, regionales que pongan atención a Calama”.