Toneladas de basuras lograron despejar durante estos días cuadrillas de personal municipal luego de que las riberas del río Loa fuesen la zona de encuentro de aquellos que decidieron pasar las fiestas de fin de año en el sector.
A pesar de que fueron ocupados los receptáculos de basura, la cantidad de desechos fue superior a la infraestructura dispuesta para su recepción, por lo cual varios de estos puntos se encontraban colapsados y con la basura desperdigándose por la acción del viento.
Asimismo, pese a que hubo mucho desecho correspondiente a bebidas alcohólicas, hasta un colchón fue quitado (este lugar había sido limpiado hace poco tiempo, por lo que la presencia de este desconcertó a algunos trabajadores).