Durante los últimos dos años salir a la calle o permanecer en un parque sin una mascarilla era considerada una infracción sanitaria castigada con multa. Pero esa realidad desde este jueves cambiará con la entrada en vigencia del nuevo plan Paso a Paso elaborado por el Minsal.
Según éste, en las comunas que se encuentren en las dos fases más avanzadas (amarilla y verde), ya no será exigible el uso de este elemento preventivo en los espacios abiertos donde sea posible mantener al menos un metro de distancia entre las personas.
Se trata de una medida que nos acerca un poco más a la anhelada “normalidad”, pero que no debe entenderse como el fin de los cuidados. Así lo advirtieron especialistas de la Universidad de Antofagasta, quienes hicieron un llamado a la responsabilidad individual para evitar que este avance tenga efectos negativos.
RIESGO
La directora del Centro de Investigación en Inmunología y Biotecnología Biomédica de la UA, CIIBBA, Dra. Margarita Lay, explicó que dejar de usar mascarilla en lugares públicos donde exista distancia social, no significa que el riesgo haya desaparecido, sino sólo que nos encontramos en un mejor escenario sanitario, donde es posible adaptar ciertos protocolos, pero siempre conscientes que el virus sigue circulando.
“Los contagios por Sars-Cov 2 siguen produciéndose, lo que pasa es que la variante Ómicron y la subvariante Delta han sido menos virulentas y su periodo de incubación es más corto que el de sus antecesoras. Pero es un virus que seguirá circulando y contagiando a las personas por mucho tiempo más”, explicó Lay.
La especialista sostiene que con este cambio en el plan Paso a Paso, los principales responsables serán las mismas personas, quienes deben dar un uso correcto a las mascarillas en los distintos espacios, teniendo en mente que este es un virus no sólo afecta el sistema respiratorio, sino que además puede atacar otros sistemas del organismo y dejar secuelas.
Para la Dra. Lay, un factor que incidió en la flexibilización del uso de la mascarilla fue la alta cobertura de vacunación que tiene la población y que supera el 80% con la primera dosis de refuerzo.
“Esto nos permite contar con inmunidad de rebaño, lo que significa que una persona contagiada transmitirá el virus con menor carga viral a otras personas. Además, las personas no presentarán síntomas graves porque su sistema inmune estará preparado”, profundizó la científica de la UA.
INFLUENZA
El doctor Pedro Usedo López, jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Regional y docente de la Universidad de Antofagasta en la subespecialidad de Medicina Interna, afirma que las medidas sanitarias deben irse modificando, según la situación de la pandemia.
“En este sentido, la baja positividad que tenemos hoy nos permite ir adecuando las restricciones. Eso sí, las instrucciones son claras: sólo se permite no usar mascarillas en lugares públicos abiertos con ventilación. Y ahí nosotros esperamos que la población sea consciente de asumir esta gran responsabilidad”, señaló Usedo.
El médico internista e infectólogo detalla que esta libertad se debe ir evaluando permanentemente, porque en la medida que no se cumpla, la tasa de positividad aumentará y se tendrá que revertir.
“Lo que preocupa es que estamos en otoño, y ya están apareciendo las neumonías graves por virus influenza. Entonces mi consejo es que las personas deben completar su esquema de vacunación contra la influenza, porque si nos descuidamos, y andamos sin las mascarillas, las camas críticas pueden colapsar y no podremos responder de buena manera a las dos patologías. Ese es un verdadero riesgo”, reflexionó el médico.
Para el especialista, los indicadores claves para evaluar la continuidad de esta nueva medida serán la tasa de positividad, la ocupación de camas críticas y la cobertura de la segunda dosis de refuerzo de la población.