Una grave denuncia se ha evidenciado a través de las redes sociales, donde Bélgica Castillo, conductora de hace cinco años, quien trabajando para la aplicación InDriver acusa haber sido abusada por un usuario.
Un hombre había pedido un servicio a través de su celular con una identidad de mujer (Valentina), y Bélgica aceptó -según cuenta- porque acostumbra a llevar más mujeres que hombres. “Se sentó adelante y me pidió si podría llevarlo a un lugar a comprar (drogas). Llegamos al lugar, se bajó se demoró de dos a tres minutos, se volvió a subir y cuando íbamos en movimiento, prendió una pipa con pasta base”, comenzó relatando la víctima.
Agregando que le pidió que descendiera del vehículo porque ya tenía claro en qué podría terminar la situación. “El tipo no se quiso bajar del auto, haciendo alusión que no prendería más la pipa y pidiéndome que lo llevara al punto de partida. Lo transporté, pero seguía fumando. Afortunadamente yo trabajo en línea con mi marido mediante el altavoz y a través de eso, le pedía a él que se apurara porque el sujeto comenzó a tocarse y a tocarme a mí”, prosiguió.
De ahí, la afectada cuenta que el hombre le tenía agarrada la pierna, procediendo a ella descender del auto, para esperar a su esposo quien iba en camino para socorrerla, “en ese momento, él también se bajó del vehículo, y al momento que se acercaba hacia mí, corrí hacia el vehículo para subirme, pero no alcancé porque me puso el brazo en la puerta, abalanzándose encima y bajándome los pantalones”.
“Después de eso llegó mi marido, me lo saca de encima e intentamos agarrarlo para pegarle, porque fue la única reacción que tuvimos nosotros, pero se sacó la chaqueta y salió corriendo por los pasajes del lugar”, añadió Castillo.
Tras el acto sexual, Bélgica no pudo hacer nada más, puesto que no sabía datos del hombre involucrado, hasta un día que volvieron a solicitar el servicio desde la misma dirección, la que su marido confirmó, y que ella siguió con su vehículo detrás.
“Fue a cinco puntos de compra y venta de drogas, volvió a fumar en el vehículo de mi marido, y tenía como punto final la empresa donde trabaja. Cuando llegó ahí, le pasó como método de confianza el celular a mi esposo mientras le iba a pedir dinero a su jefe para pagar el recorrido. Es ahí cuando lo enfrenté y arrancó hacia un camión en el que se encerró y no salió más”, continuó.
Gracias al celular como “método de pago”, pudo recabar información del hombre y procedió a realizar la denuncia en Policía de Investigaciones. Sin embargo, quiso realizar una “funa” mediante las redes sociales, principalmente Facebook, lugar donde aparecieron más testimonios de esta situación, cinco mujeres que denuncian haber sufrido el mismo actuar sexual, y otras tres personas que acusan que el sujeto los quiso asaltar.