La ONG Caminantes del Desierto reveló que en una visita a las caletas de la península de Mejillones, se encontraron con antiguas construcciones changas intervenidas con elementos actuales (restos de carpa, impermeables etc) en sus cumbres.
Según expusieron, estas fueron adaptadas por niños de caleta El Lagarto (ubicada en el extremo sur de la península) para poder recibir sus clases online debido a que la señal de wifi es mucho mejor es las cumbres que en la caleta.
“Al preguntar sobre estas construcciones (ubicadas en medio de la nada) recibí la más inesperada de las respuestas. Eran las salas de clases de algunos de los niños que vivían en aquellas caletas, estos niños, para tener acceso a sus clases, debían caminar algo más de una hora (en despoblado) y acceder a ciertas cumbres para captar señal de internet. En resumen, estas construcciones eran para proteger a estos niños del viento y del sol”, publicaron desde la ONG.
Cabe resaltar que desde el inicio de la pandemia, el servicio de transporte escolar para los menores que viven en este sector fue suspendido, motivo por el cual recurrieron a estos métodos para recibir su educación.