En la sede de la Comunidad Ecológica de Quetena, ubicada en el sector poniente de
Calama, se realizó una de las 4 presentaciones finales de la Orquesta Infanto-Juvenil del
Altiplano, con la que clausuró el “Campamento Musical de Verano”, instancia que es parte
del proyecto educativo musical, que lidera la organización hace más de 20 años, con
apoyo de Minera El Abra.
La sede de la comunidad se vio repleta de vecinos, padres y apoderados que vieron los
resultados de la intensa preparación realizada en enero, que le permitió tocar un
repertorio de 10 obras de música chilena, clásica y popular, presentación que replicaron
en el Teatro de Andrés Pérez de Tocopilla, en María Elena y en la sede comunitaria de
Chiu-Chiu.
Paola Canto, directora de la orquesta comentó que debieron ensayar todos los días entre
cuatro y cinco horas, lo que es posible en este ciclo de verano. “Esta es la culminación de
un proceso que fue bien intenso, con clases de instrumentos, técnica, preparación de
repertorio y análisis de partituras, para que los niños entiendan lo que tocan. Analizaron
las tonalidades, los tipos de arcos y mejoró mucho su calidad interpretativa”.
Para las y los alumnos, mostrar su talento a la comunidad fue muy importante, como lo
explicó Britanny Escobar, de 13 años, que toca en la orquesta desde los 5 años. “La
oportunidad que nos está brindando Minera El Abra es muy importante porque estamos
impartiendo lo que es la cultura, en la comunidad, al menos dentro de Calama y lo que
son las comunidades, se siente bonito saber que se está haciendo más cultura”.
“Quedé totalmente fascinado por esta gran orquesta, por el profesionalismo de la señora
Paola y sus pupilos, una música genial así es que muchas felicitaciones a este gran equipo
musical”, destacó Claudio Ramírez, presidente de la Comunidad Ecológica de Quetena.
La orquesta retomará sus actividades en marzo, puesto que su próximo desafío es
aprender a tocar el Himno Nacional y, luego comenzar a preparar un repertorio para sus
presentaciones en 2024.