Fue el 2014 cuando el pequeño Gonzalo Calderón, llegaba hasta el antiguo Hospital Carlos Cisternas para realizarse una extracción de una muela, un procedimiento que no debería haber revestido mayores problemas, pero que terminó con Gonzalo, sufriendo una encefalopatía hipóxico-isquémica.
De ahí en más, la vida cambió para la familia, de tener a un niño que se podía mover, saltar y jugar, a otro que quedó postrado necesitando atención completa las 24 horas.
Allí comenzó la lucha de Sandra Guarda, Mamá de Gonzalo, por conseguir justicia por la negligencia que sufrieron durante la atención y las responsabilidades que hubo en el procedimiento que terminó con el pequeño postrado.
Hoy se ha hecho justicia, definitivamente el Servicio de Salud de Antofagasta, deberá pagar una millonaria cifra, más de 700 millones de pesos, ante la ratificación de la Corte Suprema de que existió negligencia, algo que como dice Sandra, la deja “con sentimientos encontrados, porque no me van a devolver a mi Gonzalo, pero sí, voy a darle dignidad, voy a poder darle mejor vida y lo que él necesita”.
“Estábamos pasando por momentos complicados, por una situación muy mala y con esto de la pandemia, con un niño discapacitado las cosas cambian”, agrega.
Proceso en el que la pasó mal también por cómo fue tratada por el Servicio de Salud. “Ellos dijeron que yo era cochina, que era sucia, de que yo no le daba buena vida a mi hijo, que mi niño debía estar en el Sename; un montón de cosas que se comprobaron que eran así”.
Reconoce que “he llorado bastante y es una emoción muy grande por mi hijo, porque se supo la verdad, se comprobó que no fue como ellos dijeron, de todas las mentiras, de cómo me trataron, de todo lo que hablaron y ante eso he llorado bastante, por eso por una parte estoy feliz porque se hijo justicia por mi hijo”.
Por eso, hoy Sandra también se ha transformado en un ejemplo y les dice a las personas que puedan haber pasado por alguna situación de negligencia que “nunca hay que bajar los brazos. Cuando uno sabe que las cosas no están bien hechas, nunca hay que bajar los brazos, uno por un hijo tiene luchar hasta el final. Yo siempre dije que si tengo que tener un pie en el cajón, lo voy a tener, pero voy a luchar hasta el final, porque yo estaba hablando con la verdad, yo jamás mentí, yo nunca quise -como dijeron en algún momento- que quería aprovecharme de mi hijo para sacar plata, y no es así, porque tengo mis manos para trabajar, mis hijas tienen manos para trabajar, saqué a cuatro niños estudiando, yo sola, me sacrifiqué y no me iba a aprovechar”, cerró.