Thomas Somerscales ha de ser uno de esos accidentes de la historia. Por lo bajo, su nombre es poco conocido. No obstante su obra no es indiferente para nadie, ni siquiera para escolares de enseñanza básica.
Esto, porque Thomas Somerscales ha sido el pintor tras los cuadros más publicados del Combate Naval de Iquique. Pese a que del combate mismo hay infinidades de recreaciones tanto en pintura como en dibujo, solo este inglés ha sabido dar detalle hasta incluso los marineros que se baten sobre la nave.
Pero Somerscales también entregó otros cuadros referentes a la campaña naval, como el Combate de Punta Gruesa y la captura del Huáscar en Angamos. Pero ¿cómo un marinero inglés logra adentrarse en el teatro de los eventos para volverlos icónicos para el país? Acá, una síntesis de su vida.
El marinero
Thomas Somerscales es inglés. Nacido en 1842, desde su temprana infancia se dedicó a dos cosas. La pintura y la navegación. En 1862 se incorpora a la Armada Real Británica y es en uno de esos periplos donde cae enfermo de gravedad cuando el grupo navegaba por las cosas chilenas, quedando convaleciente en el puerto de Valparaíso.
Se logra recuperar, pero sus compañeros ya lo habían abandonado. Mucho lo querían, pero no podían poner en riesgo toda una misión por un marino enfermo. Somerscales rápidamente se hace un hueco en la sociedad porteña siendo profesor de inglés y dibujo para los jóvenes de la Artizan English School, una escuela para los hijos de ingleses.
Así las cosas llega 1879 y se inicia la Guerra del Pacífico. Thomas, como todo el país, es un expectante oidor de las campañas del norte. Un miércoles de mayo se desencadena el Combate Naval de Iquique y ante la epopeya, el inglés se afanó por recrear las cruentas escenas.
La obra
Del Combate de Iquique, Somerscales dejó por lo menos cuatro cuadros. Tres del combate mismo y otro de la muerte de Prat. Otro de la misma jornada refiere al combate de Punta Gruesa, donde Condell logra encallar al navío peruano Independencia. Después de la captura del Huáscar el 8 de octubre de 1879 en Angamos, Somerscales vuelve a sacarse otra joyita.
La obra de Thomas fue especialmente explotada por el nivel de detalle y el realismo. Por ejemplo, el reflejo de la combustión de la pólvora al momento de los cañonazos sobre la superficie del agua. O los restos de madera desprendiéndose de la Esmeralda al momento de irse al fondo.
Asimismo, el inglés se entrevistó con varios sobrevivientes de los combates de Iquique, Punta Gruesa y Angamos (fue amigo de José Francisco de Vergara, quien no era marino pero sí un combatiente de las campañas del norte) lo cual le brindó mayor perspectiva al momento de pintar. Como por ejemplo, que varios marineros se arrojaron al mar desnudos para nadar mejor.
Somerscales siguió en Chile hasta 1892. Pese a que volvió un par de veces, el hombre se radicó en su país. Murió en su escritorio afectado de un fuerte reumatismo en 1927. Sus familiares contaron que el artista mantenía en su escritorio una obra incompleta sobre la muerte de Miguel Grau (comandante del Huáscar, quien murió en Angamos), la cual no terminó jamás.